El salesiano herido en Algeciras: «Me encuentro dolorido, pero moralmente muy tranquilo»
Antonio Rodríguez Lucena ha agradecido las muestras de apoyo recibidas y ha pedido contrarrestar la violencia con los «valores evangélicos de paz, de concordia, de amor y de servicio»
El salesiano Antonio Rodríguez Lucena, que este miércoles fue herido durante un ataque en la iglesia de San Isidro de Algeciras, se encuentra «físicamente dolorido, pero «moralmente muy tranquilo. Mi ánimo está fuerte». Así lo ha asegurado este viernes en un vídeo difundido por el servicio de comunicación de los salesianos ante la avalancha de peticiones de entrevistas que había recibido.
El sacerdote, que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente tras el atentado, fue dado de alta un día después y ahora ya se encuentra en su comunidad, descansado junto a sus hermanos, porque «todavía no han pasado ni 24 horas y me encuentro un poco dolorido».
Con tan poco tiempo, Rodríguez Lucena dice no haber hecho todavía una valoración de los hechos, pero sí que ha aprovechado la grabación para transmitir sus condolencia a la familia del fallecido. «Me uno al dolor de la familia» de Diego Valencia —el sacristán asesinado—, con el que tenía «una muy buena amistad».
El salesiano también ha condenado la violencia y ha enviado un mensaje de paz. Ante lo que está viviendo la sociedad española, «creo que lo más importante es dar una respuesta de valores evangélicos, de paz, de concordia, de amor, de servicio. Y no dejarnos nunca abatir por las dificultades momentáneas de la vida», ha pedido.
Asimismo, ha reconocido que «en todas partes hay problemas de violencia» y ha llamado a superarla «con la oración al Señor». Y ha añadido: «Pidamos con fe que la paz llegue a reinar entre nosotros, porque la violencia la podemos tener en nuestras propias casa».
Antonio Rodríguez Lucena ha concluido agradeciendo a la sociedad en su conjunto el apoyo recibido y ha pedido «que recen mucho por mí, para que tenga fuerza suficiente para seguir trabajando como lo he hecho hasta ahora, con humildad, con servicio y con cercanía a todas las personas».
«Ha muerto por su fe»
Este viernes también se ha celebrado el funeral de Diego Valencia. La Misa ha tenido lugar en la iglesia de Nuestra Señora de La Palma, de la que era sacristán y donde este miércoles fue atacado con un machete por un joven de nacionalidad marroquí.
Durante la homilía, el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, ha manifestado sus condolencias a los familiares y amigos del sacristán y ha asegurado que Valencia «ha muerto por su fe y recordando su fe».
Asimismo, el prelado ha subrayado que «no basta solo con condenar la violencia, que no tiene justificación, como tampoco el terrorismo o la falta de respeto a la persona y sus libertades», sino que «a los cristianos nos han enseñado a perdonar, orar por nuestros perseguidores». «De no perdonar nos habría ya ganado el mal y hechos como esto nos obligan a fomentar y construir una cultura de la convivencia, del respeto y paz».