El Sájarov a la oposición venezolana debe «servir para exigir la liberación de niños presos»

«Más que un galardón, es un abrazo de la comunidad internacional, en este caso de la UE, a una causa». Con estas palabras y «emocionado» ha recibido el activista venezolano Lorent Saleh la concesión del Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia a María Corina Machado, líder de las fuerzas democráticas de Venezuela, y Edmundo González, candidato de la oposición en las elecciones de julio y «presidente electo». Así se define al político en la nota del Parlamento Europeo, la institución que concede anualmente este reconocimiento.

El texto subraya que se les premia «por su valiente lucha para restaurar la libertad y la democracia en Venezuela. En sus esfuerzos por una transición política justa, libre y pacífica, han defendido sin miedo los valores que millones de venezolanos y el Parlamento Europeo tanto aprecian: la justicia, la democracia y el Estado de derecho». Recuerda asimismo que esta institución europea ya condenó el «fraude electoral» por el que se declaró vencedor a Nicolás Maduro.

«En un mundo tan complicado y con tantos conflictos es sentir que los venezolanos no estamos solos», señala Saleh a Alfa y Omega. Sabe bien de lo que habla, pues él mismo recibió este mismo galardón en 2017. Más allá del impacto político, subraya que en su caso «el Sájarov significó salvarme la vida cuando estaba preso en un lugar de tortura».

En este sentido, espera que también «sea un manto de protección» para María Corina Machado. A diferencia de Edmundo González, asilado en España, ella «está en la clandestinidad». Y su equipo, «o está preso o encerrado en la Embajada de Argentina». Machado «es una mujer con muchísimos méritos para que se reconozca su labor por los derechos humanos», por la que «ha corrido un riesgo absoluto. Encarna muy bien a la mujer venezolana y la causa de muchas madres que luchan por sus hijos y por le futuro de su familia».

«Se puede hacer más»

Con todo, la protección no es el único fruto que Saleh espera de este reconocimiento. «Genera un impacto en los organismos de represión, pues visibiliza y pone la lupa en los acontecimientos». En su caso, al recibir la noticia en la cárcel de manos de un guardia, notó que este estaba «asustado».

Pero también desde fuera del país, la entrega del premio el 18 de diciembre «debe servir de palanca para exigir y lograr la liberación de los niños y jóvenes presos en centros de tortura de la dictadura». Según el Gobierno venezolano, 2.400 personas fueron detenidas durante las manifestaciones tras las elecciones. Las organizaciones no gubernamentales han denunciado la muerte de 24 personas durante las protestas. Con todo, Saleh recuerda que «si hay algo que identifica esta última oleada de represión es la persecución y encierro de menores».

Teniendo en cuenta que además la ceremonia tendrá lugar pocas semanas antes del 10 de enero, fecha en la que «Maduro debería entregar el poder a Edmundo González», el activista venezolano pide también que se tomen medidas para asegurarse de que es así y evitar «una nueva oleada de represión. Los antecedentes nos dicen que cada vez son más violentas».

En este sentido, a pesar de la buena noticia que supone el galardón del Parlamento Europeo, Saleh considera que «la UE ha podido hacer un poco más» por su país, más allá del reconocer a González como «presidente electo». Se refiere «no solo a pronunciamientos sino a cosas muy concretas». Explica que «en Europa se refugian testaferros y personas muy ligadas a la corrupción venezolana». Además, «una pata que sustenta la dictadura es su capacidad económica, vinculada a negocios ilícitos». Por ello, «los servicios de inteligencia y los organismos de seguridad podrían ayudar a desmantelar esa estructura internacional».