El Rey de la cabalgata de Sevilla

En un tiempo en que muchas cabalgatas de Reyes han cedido a la pretensión comercial de las marcas y en el que el origen religioso de la Navidad tiende a diluirse, todavía hay lugares en España que resisten. Es el caso de la cabalgata de Reyes Magos de Sevilla, que organiza el Ateneo de la ciudad desde hace 104 años, lo que la convierte en la cabalgata ininterrumpida más antigua de nuestro país. «Les guste a unos más y a otros menos, nuestra cabalgata conserva su sentido religioso», afirma Jesús Corral, su director artístico.

«En Sevilla siempre se ha adorado al Niño Jesús en la cabalgata –confirma Corral–, es algo que han hecho siempre los Reyes Magos». Además, desde hace 68 años, el día 3 de enero tiene lugar un acto muy especial al que acuden multitud de niños de Sevilla: la entronización del Niño.

En el pabellón que acoge la cabalgata se monta un pequeño escenario y en la carroza principal están los niños que van a hacer de san José y de la Virgen, junto a las tres personas que toman el papel de los Reyes Magos. «Se trata de hacer visible el sentido de la Navidad y del Niño Jesús, y el porqué celebramos los Reyes magos. Es una fiesta religiosa y hay que recordar su sentido», dice el director artístico.

Durante el acto, se presenta el Niño a todos los niños para que le besen, y luego se entrega a Jesús a sus padres para que le acuesten en el pesebre de la carroza que le llevará por las calles de Sevilla.

Felipe Manuel Gallego, el sacerdote que en los últimos años se ha encargado de entronizar al Niño, explica que «yo intento hacer ver a los niños que Jesús es el centro de toda esta gran fiesta, que el verdadero motivo de la Navidad es Él, que es Dios el que nos trae la ilusión a nuestra vida. No podemos olvidar que los valores navideños auténticos son cristianos».