El primado anglicano relata «amenazas» para que la Iglesia casara a homosexuales
Las iglesias anglicanas de los países del sur global se plantearán esta semana romper la comunión con la Iglesia de Inglaterra, que ha decidido bendecir uniones homosexuales
El arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia anglicana, Justin Welby, afirmó el domingo que hasta en dos ocasiones sufrió presiones por parte del Parlamento del Reino Unido para que la Iglesia de Inglaterra aceptara casar a homosexuales. La semana pasada, su Sínodo General tomó la polémica decisión de bendecir los matrimonios civiles de las personas del mismo sexo, pero no casarlas. Este lunes, la asociación de las iglesias anglicanas de los países del sur global, más conservadoras, se planteará la ruptura de la comunión con la Iglesia de Inglaterra.
Según informa The Telegraph, Welby relató las presiones al dirigirse a la asamblea plenaria del Consejo Consultivo Anglicano, reunido en Ghana. «Durante las últimas dos semanas, como parte de nuestras discusiones sobre sexualidad y las normas en la Iglesia de Inglaterra, hablé de nuestra interdependencia con todos los cristianos, no solo anglicanos, y particularmente con los del sur global» donde hay «otras mayorías religiosas».
Como resultado, «me convocaron dos veces al Parlamento y me amenazaron con acciones para imponernos el matrimonio homosexual». Ya hace unos días, el diario británico The Guardian informó de una reunión de este cariz en el Parlamento el 30 de enero.
Según relataron a este medio algunos de los políticos presentes, varios parlamentarios expresaron su preocupación por que la Iglesia de Inglaterra siguiera negándose a casar a homosexuales, y plantearon si en este caso debería conservar su estatus oficial en el país.
Welby respondió que preferiría ver cómo la Iglesia era despojada de este reconocimiento que perder a las iglesias anglicanas de otros países, contrarias a cualquier reconocimiento de las conductas homosexuales. Sin embargo, un portavoz de Welby afirmó más tarde que la Iglesia no reconocía como suyas estas palabras.
Respeto a las conciencias
«La obediencia a Dios va por delante que la lealtad al país», incidió Welby el domingo en Ghana. «Eso no resultó muy popular cuando lo dije el pasado lunes por la noche», 6 de febrero, «a algunos parlamentarios». Esa es seguramente la fecha en la que tuvo lugar el segundo encuentro.
«Cuando hablo del impacto que las acciones que la Iglesia de Inglaterra tendrán» en los miembros de la Comunión Anglicana en otros países, «muchos en el Sínodo General desestiman esas preocupaciones». La Iglesia de Inglaterra no debe permitir que le «dicten», la «chantajeen» o la «sobornen», afirmó en otro momento.
Junto a la bendición de parejas del mismo sexo, el Sínodo General también aprobó «lamentar y arrepentirse» del fracaso de la Iglesia para acoger a las personas LGBTQI+ y «por el daño que han experimentado y experimentan en las Iglesias». Desde 2014, la Iglesia de Inglaterra acepta que sus sacerdotes estén en uniones civiles del mismo sexo.
Por otro lado, en el comunicado se reconocía que «la Iglesia sigue teniendo profundas diferencias sobre estas cuestiones». Por ello, subrayaban su «compromiso para respetar la conciencia de aquellos para quienes esto va demasiado lejos» y asegurarse de que «reciban las garantías necesarias a fin de mantener la unidad de la Iglesia».
Posible ruptura de la comunión
Estos malabares de la jerarquía de la Iglesia de Inglaterra no contentan a las iglesias anglicanas de África, defensoras de la doctrina tradicional sobre el matrimonio. También según The Guardian, la Compañía de Iglesias Anglicanas del Sur Global (GSFA por sus siglas en inglés) tenía previsto debatir desde este lunes sus próximos movimientos.
No se espera que decidan abandonar en masa la Comunión Anglicana. Pero «debemos reconocer que la Iglesia de Inglaterra se ha unido a esas provincias con las que la comunión está dañada». Las iglesias anglicanas conservadoras ya han roto relaciones con las de Estados Unidos, Canadá, Brasil, Nueva Zelanda, Escocia y Gales, bien por casar a homosexuales o por bendecir sus uniones. Romper relaciones con la Iglesia de Inglaterra, sin embargo, implicaría también cuestionar su liderazgo al frente de la Comunión Anglicana.
Ya durante el Sínodo General, Samy Fawzy Shehata, arzobispo de Alejandría en Egipto, exhortó a la Iglesia de Inglaterra a no «entregar su posición única como la Iglesia madre de la Comunión Anglicana». Stephen Kaziimba, arzobispo de Uganda, afirmó el viernes en un comunicado que «Dios no puede bendecir lo que considera pecado». La GSFA representa a 24 países y, según ella misma afirma, al 75 % de los anglicanos de todo el mundo.
Las explicaciones del primado anglicano también han suscitado críticas tanto de políticos laboristas como conservadores. El laborista Ben Bradshaw, por ejemplo, se ha quejado de que «ante las iglesias africanas conservadoras afirme que los pasitos de la semana pasada se le están imponiendo desde el Parlamento, mientras que a los anglicanos de aquí, la mayoría de los cuales apoya el matrimonio homosexual, les diga que no pueden ir más allá porque eso alienaría a los africanos». Por ello, «desearía que dijera lo que realmente cree y se mantenga en ello, en vez de decir cosas distintas a públicos diferentes».