El Patriarcado Latino denuncia el «grave peligro» de las operaciones militares en Gaza tras el ataque a su parroquia

Después del ataque israelí el pasado 17 de julio a la iglesia de la Sagrada Familia —el único templo católico en Gaza— en el que tres palestinos perdieron la vida y doce personas más fueron heridas —entre ellas su párroco, Gabriel Romanelli—, la única explicación que ha recibido la comunidad les ha llegado a través de la prensa. Tras una investigación aún confusa sobre si los soldados dispararon a la parroquia de manera intencional o fortuita, el Patriarcado Latino de Jerusalén ha denunciado a través de un comunicado «los graves peligros de llevar a cabo operaciones militares en las inmediaciones de lugares religiosos y civiles».

Según las Fuerzas de Defensa de Israel, la iglesia fue alcanzada «involuntariamente» por una munición mal disparada durante una operación militar. De momento esa es su versión, aunque no existen pruebas concluyentes que así lo demuestren y el cardenal Pierbattista Pizzabala, patriarca latino de Jerusalén, ya se mostró escéptico sobre esta posibilidad. Por su parte, los militares israelíes han reiterado su «profundo pesar» y asegurado que han «reforzado las directrices sobre el uso de fuego cerca de lugares religiosos y sensibles». Con todo, según el Ministerio de Sanidad palestino, desde el 7 de octubre de 2023, 59.000 de sus vecinos ya han muerto a manos del Estado de Israel.

En la nota del Patriarcado Latino de Jerusalén, su portavoz, Farid Jubran, detalla además que «solicitó formalmente y recibió autorización para entregar alimentos y ayuda médica al complejo de la Sagrada Familia». No obstante, «la ayuda aún no ha sido entregada» y se acumula retenida en la frontera israelí. «Una vez completados los procedimientos de envío y acceso necesarios, y una vez que la ayuda llegue a su destino, se distribuirá para apoyar a los residentes del complejo y de los barrios circundantes», promete Jubran. Y reitera «la importancia vital de defender los principios del derecho internacional humanitario».