El Patriarcado de Moscú acusa de «cisma» a ortodoxos ucranianos suyos
Sacerdotes de la Iglesia ortodoxa ucraniana que sigue unida a la rusa han pedido que se convoque un concilio para plantear la ruptura por el silencio del patriarca Cirilo
A causa de la invasión de Ucrania ya se habla de «cisma» en la Iglesia ortodoxa ucraniana vinculada a Moscú. Es la palabra que ha utilizado el Patriarcado ruso al referirse a las diócesis ucranianas que han decidido dejar de mencionar al patriarca Cirilo en la liturgia.
«El cese en la conmemoración del primado de la Iglesia, no por errores doctrinales o canónicos, o por engaños, sino por contradicción con ciertas visiones y preferencias políticas, es un cisma». Lo afirma en nombre de Cirilo el obispo Tomás de Odintsovo y Krasnogorsk, responsable de la Secretaría Administrativa del Patriarcado, escribió el miércoles al metropolita Eulogio, obispo de Sumy y Akhtyrka, una de las cinco diócesis que han tomado esta decisión. Y advierte de que «todo el que lo comete responderá ante Dios, no solo en el siglo futuro sino también en el presente».
Petición de un concilio
También desde Ucrania se plantea ya abiertamente la ruptura. Una decena de sacerdotes de la Iglesia ortodoxa ucraniana vinculada al patriarcado de Moscú ha hecho público un vídeo en el que piden al primado, el metropolita Onofre, que decida sobre la separación.
En el vídeo, del que se hace eco la web ucraniana LB.ua, uno de los sacerdotes pide «iniciar la convocatoria de un concilio local», en el que se «plantee la inoportunidad de continuar la pertenencia al Patriarcado de Moscú». Sería el momento de «cambiar el estatus canónico de nuestra Iglesia».
Dirigiéndose a Cirilo, le dicen que «le considerábamos un padre, y algunos incluso un gran maestro y padre, pero ha resultado ser peor que un padrastro. Dios será su juez». Uno justifica su decisión de dejar de mencionarle en la liturgia como «mi respuesta a su silencio durante la guerra de Rusia con Ucrania». Cirilo, alega, consiente «ciegamente» al presidente Vladimir Putin, que «nos ha llevado a esta guerra». Otro de los sacerdotes relata cómo su iglesia, en el pueblo de Demidov, fue destruida por fuego ruso.
¿Nueva unificación?
En caso de que esta opción se planteara, la Iglesia ortodoxa ucraniana dependiente del Patriarcado de Moscú podría tomar varias decisiones. Una de ellas sería buscar la integración en la Iglesia ortodoxa ucraniana, nacida en 2019 tras la unificación de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Kiev y la Iglesia ortodoxa autocéfala ucraniana, surgidas de distintas rupturas ligadas siempre a la independencia y dependencia del país respecto a Rusia. En 2018, el Patriarcado de Constantinopla decidió concederle la autocefalia, es decir, la independencia eclesial.
En ese momento algunos ortodoxos ucranianos vinculados a Moscú se unieron a la nueva Iglesia, pero otros muchos permanecieron fieles a su superior. Si una parte importante de ellos sigue considerando que no es correcto unirse a una Iglesia autónoma por razones canónicas o eclesiológicas, paradójicamente quedaría la opción de mantenerse independientes, aunque parece difícil de justificar por los mismos motivos.