El patriarca maronita pide «dar una oportunidad» al nuevo Gobierno del Líbano
El cardenal Bechara Boutros Raï, patriarca maronita del Líbano, ha pedido que cesen los disturbios hasta que haya habido tiempo de constatar si el Gobierno del primer ministro Hasán Diab cumple con sus promesas de reformas y lucha contra la corrupción
El patriarca maronita y principal figura cristiana del Líbano, el cardenal Bechara Boutros Raï, ha pedido a los ciudadanos de su país que den una oportunidad al nuevo Gobierno. Después de que el primer ministro, Hasán Diab, anunciara el martes su composición, la primera reunión del consejo de ministros, el miércoles, se vio ensombrecida por nuevas protestas.
Los manifestantes expresaron su rechazo bloqueando las carreteras en torno a Beirut desde primera hora de la mañana del día 22. Argumentaban que los ministros han sido elegidos por los principales partidos políticos, como Hizbulá y sus aliados del movimiento Amal, y el presidente Aoun. «No representan a todos los libaneses», expresaba a los medios un manifestante.
El cardenal Raï respondió a estas suspicacias: «Me dirijo al pueblo libanés para decirles que no se apresuren con la duda y el rechazo y que le den al gobierno la oportunidad de establecer un programa de rescate y un plan de trabajo», dijo durante la celebración de una Misa en Bkerké, en palabras recogidas por L’Orient Le Jour. De momento, el comité cumple una de las exigencias del movimiento social de protesta: que en él hubiera una importante presencia de tecnócratas.
Petición de un período de gracia
Hasta que el Gobierno tenga la ocasión de demostrar si es capaz de cumplir sus promesas de reformas políticas y judiciales, lucha contra la corrupción (incluida la recuperación de los fondos robados) y medidas para una recuperación económica «no deben producirse disturbios, daños a la propiedad pública y privada, incendios de llantas y bloqueos de carreteras», pidió el patriarca maronita.
También compartió que había hablado por teléfono con Diab para felicitarle. Solo dos días antes del anuncio del nuevo Ejecutivo, el cardenal había presionado una vez más para que se diera este paso, acusando a los representantes políticos de «no tener ni pizca de humanidad».
Europa y EE. UU. piden reformas reales
No es fácil la situación a la que se enfrenta el nuevo Gobierno. Líbano lleva inmerso en protestas desde el pasado 17 de octubre, con los ciudadanos reclamando la marcha de la clase gobernante, a la que acusan de mala gestión y corrupción, mientras el país se encuentra inmerso en una grave crisis económica. Las manifestaciones llevaron a la dimisión del primer ministro, Saad Hariri, el pasado 30 de octubre.
Tanto la Unión Europea como Estados Unidos han celebrado el fin del bloqueo para formar el Ejecutivo, pero no han dejado de recordarle la necesidad de «reformas estructurales», en palabras del Alto Representante de la Unión para Política Exterior, Josep Borrell. «La UE apoya las reformas sociales y económicas y el refuerzo de la buena gobernanza, la responsabilidad y la lucha contra la corrupción», afirmaba en un comunicado.
«La prueba del nuevo Gobierno de Líbano serán sus acciones y su capacidad de respuesta a las demandas del pueblo libanés de implementar reformas y luchar contra la corrupción», ha explicado el secretario de Estados de Estados Unidos, Mike Pompeo, en un comunicado.
A su juicio, solo un Gobierno comprometido con unas reformas «reales y tangibles» será capaz de «restablecer la confianza de los inversores» y «desbloquear la asistencia internacional» para el país.
Europa Press / Redacción