El párroco de Letur, testigo de la DANA: «Se escuchó un estruendo, me asomé y lo que vi es inimaginable»
El sacerdote Ignacio Requena fue la primera persona en llamar al 112, tras lo cual no dudó en saltar al agua para ver si un vecino se encontraba en su casa
Ya ha sido calificada como la peor DANA en lo que va de siglo. El número de muertos asciende de momento hasta 70, la mayor parte en Valencia. También hay fallecidos en Cuenca y seis personas desaparecidas en el municipio de Letur (Albacete), cuyo párroco fue el primero que llamó al 112 al percatarse de lo que estaba ocurriendo.
«Estuvo toda la mañana lloviendo, aunque era un agua muy otoñal. Pero a las 13:30 horas se escuchó un estruendo enorme y me asomé corriendo al patio para ver qué pasaba», explica Ignacio Requena en entrevista con Alfa y Omega. Allí se encontró lo «inimaginable», tal y como lo describe. «Agua por todas partes, coches arrastrados, troncos».
Ante semejante escena, Requena llamó de inmediato a emergencias. «Me dijeron que era la primera llamada». No obstante, tras alertar de la situación a las autoridades, él mismo se puso manos a la obra. Al salir, el párroco se encontró edificios totalmente anegados a los que les salía el agua por los balcones. «Había gente en las terrazas pidiendo ayuda». Requena incluso se metió en el agua, que le llegaba hasta la cintura, para ver si uno de sus vecinos se encontraba en casa y poder auxiliarle.
El vecino, sin embargo, no se encontraba en casa sino en el centro de salud. No tuvieron tanta suerte otros vecinos del pueblo, donde han desaparecido seis personas. El sacerdote, que es natural de Letur, les conocía personalmente. «La gente está destrozada. Se echan a llorar o te dan un abrazo. Con la mirada te lo dicen todo», lamenta el sacerdote, que atiende a Alfa y Omega nada más llegar de acompañar a los familiares de uno de los desaparecidos.
Junto con la atención pastoral, la Iglesia local ya ha iniciado las conversaciones para ver cómo puede colaborar en la ayuda material. «Me han llamado el delegado episcopal, el administrador diocesano y la directora de Cáritas Diocesana de Albacete», asegura el párroco de Letur. «De momento, hay que esperar. Está todo el mundo atendido y los bomberos están trabajando para poder acceder al casco antiguo, que está totalmente inaccesible», concluye, no sin antes pedir «fuerza a Dios para las familias de los desaparecidos, que les dé esperanza en medio de la angustia, sabiendo que no hay nada ajeno a la vida del hombre donde Dios no se haga presente».
«El milagro de encontrar a los desaparecidos»
Por su parte, el administrador diocesano, Julián Ros, también insta a «rezar pidiendo el milagro de que encuentren a los desaparecidos, a ser posible vivos. Es lo que estamos pidiendo en toda la diócesis», subraya en entrevista con Alfa y Omega. «Y quiero transmitir nuestra solidaridad y cercanía para todas las personas afectadas», añade.
De igual modo, Ros hace extensible a todos los afectados la preocupación de la Conferencia Episcopal Española. De hecho, «me acaba de llamar Luis Argüello para mostrarme su apoyo y cercanía y el de todos los obispos».
Por su parte, «le he transmitido que ahora lo único que podemos hacer es rezar. Las autoridades nos han pedido que no se mueva todavía nadie por la zona, para no entorpecer las tareas de los equipos de emergencia. Pero cuando se despeje veremos en qué necesidades materiales podemos apoyar», concluye el administrador diocesano.