El Papa ve «bondad» en Medjugorje - Alfa y Omega

El Papa ve «bondad» en Medjugorje

En un documento aprobado por Francisco el pasado 28 de agosto, el Vaticano no entra a valorar su «carácter sobrenatural», pero autoriza el culto público; tampoco habla de apariciones, sino de «experiencia espiritual»

Victoria Isabel Cardiel C.
Dos hombres, rezando ante la imagen de la Virgen, situada en el exterior de la iglesia de Santiago, en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina, 25 de febrero de 2011
Dos hombres, rezando ante la imagen de la Virgen, situada en el exterior de la iglesia de Santiago, en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina, 25 de febrero de 2011. Foto: CNS / Paul Haring.

Hasta el 24 de junio de 1981, el nombre de este pequeño pueblo de Bosnia-Herzegovina, entonces enclavado en la Yugoslavia comunista, en la diócesis de Mostar-Duvno, solo era conocido por quienes vivían en la región. Hoy Medjugorje es un punto neurálgico de espiritualidad, además de un lugar de peregrinación masivo. Ese día dos chicas de 15 y 16 años, Ivanka Ivanković y Mirjana Dragičević, contaron haber visto —mientras caminaban por una colina pedregosa llamada Podbrdo— una figura femenina sobre una pequeña nube. Poco después, Vicka Ivanković, la prima de Ivanka la vio también. A continuación, fueron Ivan Dragičević, Jakov Čolo y Marija Pavlović los que vieron la misteriosa figura, esta vez con un bebé en brazos, e inmediatamente la identificaron con la Virgen María. Estos seis jóvenes hablaron de las apariciones de María que se presentó ante ellos como la Reina de la Paz con un mensaje que, fundamentalmente, es una invitación a la reconciliación y a la conversión. A partir de entonces este pueblecito remoto de campesinos —que poco después vivió una guerra sanguinaria— se hizo un hueco en el corazón de la Iglesia. 

Ahora, 43 años después de esas supuestas apariciones, el Papa, que en 2019 ya autorizó a las diócesis y parroquias organizar peregrinaciones hasta allí, ha reconocido la «bondad» de los frutos espirituales de las apariciones marianas en la localidad croata-bosnia de Medjugorje, en el sur de Bosnia-Herzegovina. Con todo, no entra a valorar su «carácter sobrenatural», pero autoriza el culto público.

«Se han producido muchos frutos positivos y no se han difundido efectos negativos o de riesgo entre el Pueblo de Dios», han señalado el prefecto del dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal Víctor Manuel Fernández, y el secretario de la Sección Doctrinal del mismo dicasterio, Armando Matteo en un extenso informe cuya publicación fue autorizada por Francisco el pasado 28 de agosto. Esta conclusión final —que lleva por título La Reina de la Paz sobre la experiencia espiritual vinculada a Medjugorje del Dicasterio para la Doctrina de la Fe— llega después de aplicar a este caso las nuevas normas aprobadas en mayo para el discernimiento de estos fenómenos que emanan seis tipos de sentencias, en base a si los casos evaluados son acordes o no a la doctrina. La sentencia del Vaticano es nulla osta lo que significa que no hay inconvenientes doctrinales, ni tampoco evidencias de engaños o estafas hasta la fecha.

En todo caso, con esta regulación en ningún momento el Vaticano ha declarado como verídica la aparición mariana de Medjugorje. Esta es una potestad que solo la puede ejercer el Papa, como pasó con los santuarios de Fátima y Lourdes.

Matizaciones

El Pontífice ha precisado ciertas expresiones que según los seis niños videntes habría usado la Virgen María. Por ejemplo, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha señalado como problemáticos los mensajes que atribuyen a la Virgen las expresiones «mi plan» o «mi proyecto» porque considera que podrían inducir a confusión. En realidad, todo lo que María hace está siempre «al servicio del plan del Señor y de su divino plan de salvación».

La segunda parte del documento de 18 páginas presentado por el Vaticano este jueves aclara también «algunas posibles confusiones que pueden llevar a grupos minoritarios a distorsionar la preciosa propuesta de esta experiencia espiritual». Así, avisa de que una lectura parcial de algunos de los mensajes, puede llevar a ligarlos a «experiencias humanas confusas, a expresiones imprecisas desde el punto de vista teológico o a intereses no del todo legítimos». En todo caso, el Vaticano ha manifestado que estos errores pueden no ser «debidos a una mala intención, sino a la percepción subjetiva del fenómeno» por parte de los videntes. En algunos casos, por ejemplo, la Virgen parece mostrar «cierta irritación» porque no se han seguido algunas de sus indicaciones; así, advierte «de signos amenazadores y de la posibilidad de que dejen de aparecer». Pero en realidad, ha aclarado el Vaticano, otros mensajes ofrecen una interpretación correcta. Y ha puesto como ejemplo este mensaje: «Los que hacen predicciones catastróficas son falsos profetas. Dicen: “En tal año, en tal día, habrá una catástrofe”. Siempre he dicho que el castigo llegará si el mundo no se convierte. Por eso os invito a todos a la conversión. Todo depende de vuestra conversión».

Por otro lado, el dicasterio vaticano ha evidenciado la problemática que surge cuando los mensajes de la Virgen «se refieren a peticiones de improbable origen sobrenatural, como cuando la Virgen da órdenes sobre fechas, lugares, cuestiones prácticas y toma decisiones sobre asuntos ordinarios». En realidad, ha advertido el Vaticano, es la misma Virgen «quien relativiza sus mensajes sometiéndolos al valor de la Palabra revelada en la Escritura». Este caso se acompaña de dos ejemplos: «No vayáis en busca de cosas extraordinarias, sino tomad el Evangelio, leedlo y todo os será claro», un mensaje recibido por los videntes el 12 de noviembre de 1982 y «¿Por qué hacéis tantas preguntas? Todas las respuestas están en el Evangelio», mensaje, del 19 de septiembre de 1981.

La paz, en el centro de los mensajes

Por otro lado, el Vaticano ha reconocido como uno de los aspectos centrales de los mensajes de la Virgen Medjugorje, el de la paz entendida no sólo como ausencia de guerra, sino también en sentido espiritual, familiar y social. Así el Vaticano ha declarado que el título más original que la Virgen se atribuye es, en efecto, el de «Reina de la Paz». Además hay una serie de mensajes en los que la Virgen no se sitúa en el centro, sino que «se muestra plenamente orientada» a la unión con Dios. «La intercesión y la obra de María aparecen claramente supeditadas a Jesucristo como autor de la gracia y de la salvación en cada persona», ha asegurado el departamento del Vaticano que dirige el cardenal argentino Manuel Fernández.

En los mensajes también hay «una invitación constante a abandonar el estilo de vida mundano y el apego excesivo a los bienes terrenales, con frecuentes llamadas a la conversión, que hace posible la verdadera paz en el mundo».

El Vaticano también ha dejado claro que la publicación de estas conclusiones no implican un «juicio sobre la vida moral de los presuntos videntes» y que, en cualquier caso, los dones espirituales «no exigen necesariamente la perfección moral de las personas implicadas para poder actuar». Además, ha recordado que nadie está obligado a creer en ellos, si bien ha indicado que los fieles «pueden recibir un estímulo positivo para su vida cristiana a través de esta propuesta espiritual y autoriza el culto público».