El Papa, Sánchez y Lula unen fuerzas contra un sistema fiscal injusto

La inequidad se ha convertido en un obstáculo que hace aún más difícil abordar desafíos globales como lucha contra el cambio climático, las necesidades de los países más endeudados, y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esta desigualdad está alimentada en gran medida por el sistema fiscal internacional, aseguran desde la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales. Esta estructura «tóxica» permite que las grandes corporaciones se libren de pagar todos los impuestos que les corresponderían.

Combatir este problema es la razón que reunirá en el Vaticano al Papa Francisco con líderes mundiales como el presidente español, Pedro Sánchez, o el brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Será el próximo 13 de febrero en el foro Justicia fiscal y solidaridad: hacia un hogar común, inclusivo y sostenible, organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales y la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT). Tanto Sánchez como Lula, sin embargo, participarán virtualmente, informa EFE citando a los organizadores.

Tras una introducción en la que hablarán personalidades como el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, el Papa se encargará de abrir el primer panel de debate con «unas palabras», según informó la ICRICT en un comunicado. Acto seguido intervendrán a distancia Lula Da Silva y Sánchez.

Redistribución de la riqueza

Otros líderes participarán en persona. Es el caso del expresidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, o del economista estadounidense Joseph E. Stiglitz, Premio Nobel en el año 2001 y copresidente de ICRICT. «El actual sistema fiscal internacional exacerba la desigualdad y priva a los gobiernos de los recursos necesarios para abordar los desafíos globales apremiantes», destacó el economista, voz crítica de la globalización y del libre mercado.

En 2022, el Santo Padre ya abordó este problema. Pidió un sistema fiscal que «debe favorecer la redistribución de la riqueza, salvaguardando la dignidad de los pobres y de los más pequeños, que siempre están en riesgo de ser pisoteados por los poderosos». Los impuestos «deben ser justos» y basarse en la «capacidad de cada persona para pagar».

Sánchez y Francisco se vieron las caras por última vez el pasado 11 de octubre. En esa ocasión, descrita como una «reunión de trabajo» y no como una visita de Estado, el presidente español invitó al Pontífice a visitar Canarias y Sevilla.