El Papa reivindica el silencio de san José y pide «morderse la lengua antes de decir tonterías»

Ahora que el silencio se ha hecho en el Año de San José, que concluyó el pasado 8 de diciembre, el Papa Francisco ha dedicado la audiencia general de este miércoles 15 de diciembre precisamente a un «aspecto importante de la figura de san José: el silencio».

Los Evangelios no relatan ninguna palabras de José de Nazaret, pero «eso no significa que él fuera taciturno. No, hay un motivo más profundo», ha subrayado el Pontífice. «José, con su silencio, nos invita a dejar espacio a la presencia de la Palabra hecha carne: Jesús». De esta forma, su silencio «no es mutismo», sino que está «lleno de escucha, es un silencio trabajador, un silencio que hace emerger su gran interioridad».

Pero hoy no se le concede valor a esta actitud, según el Santo Padre, por eso ha asegurado que sería «bonito si cada uno de nosotros, siguiendo el ejemplo de san José, lograra recuperar esta dimensión contemplativa de la vida abierta de par en par precisamente por el silencio». Aunque el Papa ha reconocido que «no es fácil: el silencio nos asusta un poco, porque nos pide entrar dentro de nosotros mismos y encontrar la parte más verdadera».

Un arma peligrosa

El objetivo es «cultivar espacios de silencio» para «que pueda emerger otra palabra, la del Espíritu Santo que habita en nosotros». Esto tampoco es fácil, pero es necesario, porque si no «puede enfermarse también nuestro habla» y, «en lugar de hacer que brille la verdad, se puede convertir en un arma peligrosa».

En este sentido, Francisco ha advertido contra la vanagloria, mentira, maledicencia, calumnia… «Jesús lo dijo claramente, quien habla mal del hermano, quien calumnia al prójimo, es homicida. Homicida con la lengua. Es la verdad. Pensemos las veces que hemos matado con la lengua, nos avergonzaríamos», ha señalado. Por todo ello, el Pontífice ha recomendado «morderse la lengua antes de decir tonterías».

En recuerdo de Haití

Al final de la audiencia, el Santo Padre ha invitado a orar por el «pobre Haití», que «sufre tanto», al recordar este miércoles la nueva tragedia que azota el país caribeño tras la muerte de al menos 62 personas por la explosión de un camión cisterna en Cabo Haitiano. «Expreso mi cercanía a los habitantes de esa ciudad y a los familiares de las víctimas y a todos los heridos. Os invito a uniros en oración por estos hermanos y hermanas que han sido duramente golpeados», ha agregado.