El Papa recuerda en el Regina Coeli que «ni en el placer ni en el poder está la felicidad» - Alfa y Omega

El Papa recuerda en el Regina Coeli que «ni en el placer ni en el poder está la felicidad»

En este domingo de la Divina Misericordia, ha invitado a los gobernantes a detener las guerras en Ucrania y Tierra Santa y sentarse a negociar

Ángeles Conde Mir
El Papa saluda a los 15.000 fieles que le han acompañado desde la plaza de San Pedro
El Papa saluda a los 15.000 fieles que le han acompañado desde la plaza de San Pedro. Foto: CNS / Vatican Media.

Este domingo, el Papa Francisco ha explicado durante el rezo del Regina Coeli que hay distintas formas de entender lo que significa «tener vida», expresión que recoge la lectura evangélica de este domingo de la Divina Misericordia.

«Hay quien reduce la existencia a una carrera frenética para gozar y poseer muchas cosas: comer y beber, divertirse, acumular dinero y objetos, sentir emociones fuertes y nuevas, etc. Este es un camino que a primera vista parece atractivo, pero que no sacia el corazón», ha advertido. Porque en este «tener vida» basado en «los caminos del placer y del poder no se encuentra la felicidad». Y no se encuentra, ha proseguido el Papa, porque no responde a muchos aspectos de la existencia. Poseer no da la respuesta por ejemplo a los misterios del amor, el dolor, la debilidad o la muerte. Según ha explicado Francisco, esos caminos del poder y el placer tampoco colman «el sueño que todos tenemos en común: la esperanza de vivir para siempre, de ser amados sin fin».

La respuesta está en Jesús. Para experimentarla, el Papa ha sugerido revisar lo sucedido en los días posteriores a la Pasión, cuando los discípulos estaban escondidos y desanimados. Cristo se presenta y les muestra sus llagas. Francisco ha recordado que Jesús no lo hace para reprocharles nada: «Son los signos del sufrimiento y del dolor, podrían suscitar sentimientos de culpa, y, sin embargo, con Jesús se convierten en los canales de la misericordia y del perdón».

«Así, los discípulos ven y tocan con la mano que con Jesús la vida vence, la muerte y el pecado son derrotados. Y reciben el don de su Espíritu, que les da una vida nueva, de hijos amados, hecha de alegría, amor y esperanza», ha insistido el Papa.

Por tanto, ese «tener vida» se cifra en «un encuentro con Jesús vivo que nos permite tener más vida», ha concluido Francisco no sin antes invitar a los fieles a reflexionar sobre si verdaderamente creemos en el poder de la resurrección de Jesús.

Detenerse para negociar

Tras la oración mariana, y con una voz notablemente más fuerte que en días precedentes, el Santo Padre ha reiterado su llamamiento a la paz en Ucrania y en Tierra Santa, cuando se cumplen seis meses del 7 de octubre: «Que el Espíritu del Señor Resucitado ilumine y sostenga a cuantos trabajan por reducir la tensión y favorecer gestos que hagan posible una negociación. Que el Señor dé a los gobernantes la capacidad de detenerse un poco para pactar, para negociar».

Muy animado, el Pontífice ha saludado a numerosos grupos que se han acercado este domingo a la plaza de San Pedro. Con especial cariño se ha dirigido a los polacos, muy devotos de la Divina Misericordia, que han celebrado este domingo en Roma en la parroquia de Santo Spirito in Sassia, cerca de la plaza de San Pedro.