El Papa reconoce el martirio de dos españoles asesinados durante la Guerra Civil
Les arrebataron la vida «por odio a la fe». Eran un sacerdote y un padre de familia numerosa
El Papa Francisco ha reconocido el martirio «por odio a la fe» de dos españoles asesinados en 1936 durante la Guerra Civil. Se trata del sacerdote diocesano Cayetano Clausellas Ballvé, natural de Sabadell y asesinado el 15 de agosto de 1936 en las inmediaciones de su ciudad natal; y el padre de familia Antonio Tort Reixachs, de Barcelona y asesinado en diciembre de 1936 en Montcada.
Cayetano Clausellas Ballvé era capellán de una residencia de ancianos y se le conocía como «el padre de los pobres». Fue asesinado de un disparo en la cabeza. Por su parte, Antonio Tort Reixachs fue asesinado junto a su hermano Francesc por haber escondido en su casa al obispo de Barcelona, Manuel Irurita. Antonio era padre de 11 hijos. El día 1 de diciembre de 1936, el obispo, un pariente suyo y los dos hermanos fueron apresados por los Comités Revolucionarios y se los llevaron a una checa. Después los fusilaron en Montcada.
Francisco se ha reunido este sábado con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos y ha rubricado dos decretos más.
Por un lado, el milagro atribuido a la intercesión de la beata italiana Elena Guerra, fundadora de la Congregación de las Oblatas del Espíritu Santo, conocidas como Hermanas de Santa Zita; y, por otro, las virtudes heroicas de la también italiana Teresa Lanfranco, religiosa profesa de la Congregación de las Hijas de Santa María de Leuca.