El Papa denuncia que «quien hiere a una mujer profana a Dios»

Durante la Misa celebrada en la basílica de San Pedro este 1 de enero por la solemnidad de santa María Madre de Dios, Francisco ha descrito a la Virgen como «el punto de llegada de tantas personas y generaciones que, gota a gota han preparado la venida del Señor al mundo». El Santo Padre ha reivindicado la importancia de «mirar a las madres y a las mujeres para encontrar la paz», así como «escapar de las espirales de violencia y odio». Y ha sentenciado con fuerza que «quien hiere a una mujer profana a Dios»

El Papa ha recalcado también que «la Iglesia católica necesita de la Virgen María para redescubrir su propio rostro femenino, para asemejarse más a ella que, como mujer, virgen y adre, representa su modelo y su figura perfecta». Y ha pedido a todos los fieles seguir su ejemplo «para dar espacio a las mujeres» y poner en marcha «una pastoral hecha de cuidado y solicitud, de paciencia y valentía materna».

Según Francisco, María juega un papel «determinante en la vida de cada cristiano, pues nadie mejor que la Madre conoce los tiempos y las urgencias de sus hijos». Ha puesto de manifiesto su rol tierno escuchando y acogiendo «carencias, soledades, vacíos que necesitan ser colmados». Y recordando a una de sus advocaciones marianas más queridas, la Virgen Desatanudos, que conoció en Alemania, ha añadido: «Cuando no logramos desenredarnos de los nudos de la vida, buscamos refugio en ella».

Finalmente, el Pontífice ha asegurado que «la maternidad de María es el camino para encontrar la ternura paterna de Dios, el camino más cercano, más directo, más fácil, con esto que es el estilo de Dios: cercanía, compasión y ternura». Durante el ofertorio, un grupo de niños vestidos de Reyes Magos se ha acercado al Papa Francisco. Según la Gendarmería Vaticana, durante la celebración ha habido un total de 7.000 fieles en la basílica de San Pedro