El Papa, preocupado por la soledad de los sacerdotes - Alfa y Omega

El Papa, preocupado por la soledad de los sacerdotes

En audiencia al Dicasterio para el Clero, Francisco constata que, en algunos países, las vocaciones sacerdotales y a la vida consagrada «están casi desapareciendo»

Victoria Isabel Cardiel C.
Sacerdote por el pasillo de la iglesia
«Muchos sacerdotes están demasiado solos». Foto: Reuters / Sylvain Cherkaoui.

El Dicasterio para el Clero del Vaticano, que se ocupa de las cuestiones generales que atañen a los sacerdotes de toda la Iglesia universal, ha celebrado su Asamblea Plenaria esta semana. En ella han afrontado, entre otros temas, la Ratio nationalis, el plan de formación de los sacerdotes de cada país.

Tras el encuentro, Francisco ha recibido este jueves en el Palacio Apostólico a los participantes y se ha mostrado preocupado por la soledad con la que deben convivir los presbíteros. «Muchos sacerdotes están demasiado solos, sin la gracia del acompañamiento, sin ese sentido de pertenencia que es como un salvavidas en el mar a menudo proceloso de la vida personal y pastoral», ha señalado el Pontífice en su discurso.

En este sentido, ha subrayado la importancia de tejer «una sólida red de relaciones fraternas». Esta es una cuestión prioritaria que tiene que formar parte de la formación permanente. Esta labor de acompañamiento la pueden y deben desempeñar varias figuras: el obispo, los sacerdotes entre sí, las comunidades en relación con sus pastores, las religiosas y consagradas, asociaciones y movimientos. «Es esencial que los sacerdotes se sientan en casa», ha recordado el Santo Padre

Sequía de vocaciones

Por otro lado, el Santo Padre se ha mostrado preocupado por la sequía de vocaciones sacerdotales. Una cuestión que ha insertado como uno de los grandes desafíos para el pueblo de Dios. «En cada vez más zonas del mundo, las vocaciones al ministerio sacerdotal y a la vida consagrada disminuyen fuertemente, y en algunos países están casi desapareciendo», ha constatado sin medias tintas.

Por ello ha instado al Dicasterio para el Clero a pensar en estrategias para reactivarlas, «de un modo adecuado» a los tiempos actuales. «Tal vez trabajando en red con las Iglesias locales e identificando buenas prácticas para hacerlas circular», ha sugerido.

El Pontífice también ha subrayado que la de los sacerdotes no es la única vocación en números rojos. También hay crisis en «la vocación al matrimonio», ha señalado. Ya en los últimos mensajes para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Papa ha extendido su discurso al conjunto de las vocaciones cristianas incluyendo la de los esposos. Y ha dicho a este respecto: «No podemos resignarnos a que para tantos jóvenes haya desaparecido la hipótesis de las vocaciones del horizonte, la hipótesis de una oferta radical de vida».

Por último, ha aprovechado también para hablar del diaconado permanente, una realidad eclesiástica reintroducida por el Concilio Vaticano II. A los miembros del dicasterio, les ha animado a «desplegar todas las fuerzas necesarias» para el desarrollo de este trabajo.