El Papa pide oraciones para que el diálogo y la fraternidad prevalezcan en Ucrania
Durante la audiencia, Francisco ha recomendado rezar el padrenuestro, «que es la oración de los hijos que se dirigen al mismo Padre, la oración que nos hace hermanos, la oración de los hermanos que piden reconciliación y concordia»
El gran mensaje del Papa en la catequesis de la audiencia general de este miércoles ha sido el de la oración. Y siguiendo el principio evangélico de que los últimos serán los primeros, Francisco ha decidido concluir su reflexión invitando «a rezar por la paz en Ucrania, y a hacerlo muchas veces a lo largo de este día. Pidamos con insistencia al Señor que esa tierra pueda ver florecer la fraternidad y superar las heridas, los miedos y las divisiones».
El Pontífice ha pedido utilizar con este propósito la oración del padrenuestro, «que es la oración de los hijos que se dirigen al mismo Padre, la oración que nos hace hermanos, la oración de los hermanos que piden reconciliación y concordia».
Por último, ha expresado su deseo de que todas estas plegarias «toquen las mentes y los corazones de los responsables en la tierra, para que hagan prevalecer el diálogo y antepongan el bien de todos a los intereses particulares».
Víctimas del Holocausto
Antes de su alocución por la paz en Ucrania, el Santo Padre se ha referido a la Jornada por la memoria de las víctimas del Holocausto, que se celebrará este jueves 27 de enero en Italia. «Es necesario recordar el exterminio de millones de judíos y de personas de distintas nacionalidades y credos religiosos. No debe volver a repetirse esta indecible crueldad», ha subrayado.
En este sentido, ha hecho también un llamamiento «a todos, especialmente a los educadores y a las familias, para que favorezcan en las nuevas generaciones la consciencia del horror de esta página negra de la Historia, que nunca sea olvidada para que se pueda construir un futuro donde la dignidad humana no sea nunca pisoteada».
Oración de san José
La oración también ha sido el tema que el Papa ha desarrollado durante la catequesis y lo ha hecho al hilo de la figura de san José, cuya vida espiritual está representada en los Evangelios a través de los sueños. Sueña, por ejemplo, después de enterarse del embarazo de María y, avisado por el ángel, decide acoger a su esposa.
«Muchas veces la vida nos pone delante de situaciones que no comprendemos y parece que no tienen solución». Rezar, en esos momentos, –ha explicado Francisco– «significa dejar que el Señor nos indique cuál es la cosa justa para hacer. De hecho, muy a menudo es la oración la que hace nacer en nosotros la intuición de la salida. Queridos hermanos y hermanas, el Señor nunca permite un problema sin darnos también la ayuda necesaria para afrontarlo».
Los sueños de Jesús, sin embargo, no solo hablan de situaciones incomprensibles sino incluso de peligros que amenazan nuestra existencia. Ante estos casos, «rezar quiere decir escuchar la voz que puede hacer nacer en nosotros la misma valentía de José para afrontar las dificultades sin sucumbir».
En cualquier caso, el Papa ha reconocido que el miedo forma parte de la vida. «Dios no nos promete que nunca tendremos miedo, sino que, con su ayuda, este no será el criterio de nuestras decisiones. El poder de la oración hace entrar la luz en las situaciones de oscuridad».
Francisco ha citado de forma concreta a «muchas personas que están aplastadas por el peso de la vida»; «pienso también en los padres ante los problemas de los hijos: Hijos enfermos, con enfermedades graves. Padres que ven orientaciones sexuales diversas en los hijos. Padres que ven a sus hijos que no salen adelante en la escuela… Tantos problemas de los padres. Pensad siempre en el Señor y pedid ayuda a san José. Nunca condenéis a vuestros hijos».