El Papa pide que se ponga fin «a la macabra destrucción» de Ucrania
Durante el rezo del Regina caeli también ha celebrado las incipientes señales de paz en Yemen
Francisco demuestra a diario que la invasión de Ucrania está en el centro de sus preocupaciones. Durante el rezo del Regina caeli de este domingo de Pentecostés se ha referido a la invasión como «agresión armada» para lamentar que sobre la humanidad se haya cernido de nuevo «la pesadilla de la guerra, que es la negación del sueño de Dios», es decir, «pueblos que se enfrentan, pueblos que se matan, gente que, en lugar de acercarse, es separada de sus propias casas». Por eso, el Papa ha hecho el enésimo llamamiento a los responsables de las naciones para detener «la furia de la destrucción y de la muerte» que puede dar lugar a una escalada «siempre más peligrosa para todos»: «No llevéis a la humanidad a la ruina, ¡por favor! Que se pongan en marcha auténticas negociaciones, medidas concretas para un alto el fuego y para una solución sostenible». El Santo Padre, sobre todo, ha pedido que se escuche «el grito desesperado de la gente que sufre, que vemos todos los días en los medios, que se tenga respeto por la vida humana y se detenga la macabra destrucción de ciudades y pueblos del este de Ucrania. Sigamos, por favor, rezando y comprometiéndonos por la paz, sin cansarnos».
Este mismo sábado, en un encuentro con niños en el que un pequeño ucraniano refugiado le pregunto si iría a Ucrania, el Papa respondió que desea ir al país invadido, pero que tiene que ser en el momento justo, «porque no es fácil tomar una decisión que puede hacer más daño que bien a todo el mundo». También explicó que esta semana recibirá a una delegación del gobierno ucraniano para evaluar si es factible una visita a Kiev. Francisco respondió a este pequeño que piensa mucho en los niños ucranianos.
Este domingo también ha hablado de otros niños que están sufriendo lo inimaginable, los de Yemen. «Por favor, no dejemos de pensar en los niños de Yemen: hambre, destrucción, falta de educación, falta de todo, ¡pensemos en los niños!». El Papa ha celebrado que se haya renovado por dos meses más la tregua en la guerra y ha deseado que «este signo de esperanza» pueda ser un paso para poner fin «al sangriento conflicto que ha generado una de las peores crisis humanitarias de nuestros días».