El Papa pide a los salesianos una «educación de emergencia» con creatividad y alegría
En un discurso improvisado ante los salesianos y las Hijas de María Auxiliadora, el Papa les ha pedido una «educación de emergencia» ante la crisis, que permita a los jóvenes encontrar trabajo y que tenga como ingredientes la creatividad, la alegría, y los tres amores de don Bosco: la Virgen, la Eucaristía y el Papa
La gratitud del Papa Francisco por el papel que los salesianos jugaron en su vida y en su vocación le ha impulsado este domingo por la tarde a abandonar el discurso que tenía preparado. Durante el encuentro que ha mantenido con los salesianos y las Hijas de María Auxiliadora en la basílica de María Auxiliadora, en Valdocco (Turín), el Santo Padre ha optado por improvisar.
Además de deber su vocación a su director espiritual salesiano, el Papa recordó que cuando su madre los envió al colegio al quedarse postrada en cama tras el quinto parto, y «allí aprendí a amar a la Virgen. Los salesianos me han formado en el trabajo, en la afectividad». Mediante el amor, don Bosco «formaba la afectividad de los niños. Yo creo que don Bosco sabía educar la afectividad de los niños porque tuvo una madre fuerte que lo educó en la afectividad. No se puede comprender a don Bosco sin Mamá Margarita. Me pregunto si hoy los salesianos, cuando se trata de educar a una chica, le hacen ver cómo ha hecho esta madre simple y pobre para educar a su hijo».
Ante el actual panorama de desempleo juvenil, el Papa ha pedido a los salesianos una «educación de emergencia, en tiempos de crisis. Enseñemos a los chicos algo que sea fuente de trabajo» y, «en poco tiempo, prácticas». Para ello, hace falta creatividad y también transmitir a los niños «la alegría salesiana que yo aprendí y ya no he olvidado. Porque todo lo que nos ha dado Dios es bello. Promover las cosas buenas con esta creatividad» como respuesta a la crisis. El Papa enumeró también los tres amores de don Bosco: la Virgen –«no se avergonzó de la Virgen, porque no se avergonzó de su madre»–, la Eucaristía, y el Papa.
La confianza en Dios, sustancia de la vida consagrada
El amor al Papa fue también uno de los elementos claves de don Bosco que el Papa ha desarrollado en el texto que tenía preparado y que ha entregado al Rector Mayor de los Salesianos, Ángel Fernández Artime. El primero de estos elementos claves, explica el texto, fue la fe en la divina providencia: «Don Bosco desempeñó su misión de sacerdote hasta el último respiro, sostenido por una fe inquebrantable en Dios y en su amor, por eso ha hecho grandes cosas. Esta relación de confianza con el Señor es también la sustancia de la vida consagrada, con el fin de que el servicio al Evangelio y a los hermanos no sea un permanecer prisioneros de nuestros puntos de vista, de la realidad de este mundo que pasa, sino un continuo superarnos a nosotros mismos, anclándonos en la realidad eterna y zambulléndonos en el Señor, nuestra fuerza y nuestra esperanza. Ésta será también nuestra fecundidad». A continuación, el Santo Padre retó a los presentes: «¿Estamos a la altura?».
El Santo Padre subraya también el servicio a los jóvenes que don Bosco realizó «con firmeza y constancia, entre obstáculos y fatigas, con la sensibilidad de un corazón generoso». Su carisma del fundador de los salesianos se basa en una pedagogía de la fe que se resume en «evangelizar educando y educar evangelizando». Otro de sus pilares es el sistema preventivo orientado sobre todo a los jóvenes más frágiles y abandonados, que se basa en «la razón, la religión y el cariño. ¡Mansedumbre y ternura fuerte!» En su discurso, el Papa anima a los salesianos a continuar su labor educadora en todas sus instituciones, pero «sin olvidar a los que don Bosco llamaba los chicos de la calle. Estos tienen mucha necesidad de esperanza, de ser formados en la alegría de la vida cristiana».
Por último, el texto del Papa subraya cómo «don Bosco siempre fue dócil y fiel a la Iglesia y al Papa, siguiendo las sugerencias e indicaciones pastorales». De estas «sólidas raíces» plantadas en el terreno de la Iglesia y de la sociedad «han brotado muchas ramas», las 30 instituciones religiosas de la Familia Salesiana, que el Señor ha bendecido con muchos santos y beatos.
«Os animo a seguir por este camino, imitando la fe de los que os han precedido». Hoy, la Iglesia pide a los salesianos y salesianas «salir, caminar siempre de nuevo para encontrar a los niños y a los jóvenes allí donde viven: en las periferias de las metrópolis, en las áreas de peligro físico y moral, en los contextos sociales donde faltan muchas cosas materiales, pero sobre todo falta el amor, la comprensión, la ternura, la esperanza. Id hacia ellos con la desbordante paternidad de don Bosco».