El Papa pide a los párrocos autenticidad para que la Iglesia sea creíble

El Papa ha recibido en el Vaticano a los 300 párrocos provenientes de todos los rincones del mundo que participan en el evento Párrocos por el Sínodo, que concluye este jueves. En una carta, el Pontífice les pide autenticidad en el ejercicio pastoral para que la Iglesia sea creíble: «No podemos ser auténticos padres si no somos ante todo hijos y hermanos. Y no podremos suscitar la comunión y la participación en las comunidades que nos han sido confiadas si antes no las vivimos entre nosotros».

En la misiva el Papa reconoce las fatigas que afrontan los curas, en una sociedad cada vez más secularizada. Pero también los estimula por el bien de la Iglesia y de la misión a la que están llamados: «Soy muy consciente de que, en la sucesión de las tareas pastorales, tal compromiso podría parecer una sobrecarga o incluso una pérdida de tiempo, pero en realidad es todo lo contrario: de hecho, solo así somos creíbles y nuestra acción no dispersa lo que otros ya han construido, sino todo lo contrario».

Párrocos por el Sínodo ha sido un encuentro organizado por la Secretaría General del Sínodo y el Dicasterio para el Clero junto con los dicasterios para la Evangelización y para las Iglesias Orientales. El Papa recuerda también la importancia de una Iglesia sinodal que necesita a sus pastores. «Nunca llegaremos a ser una Iglesia sinodal misionera si las comunidades parroquiales no hacen de la participación de todos los bautizados en la única misión de anunciar el Evangelio el rasgo característico de su vida. Si las parroquias no son sinodales y misioneras, tampoco lo será la Iglesia».

Laicos, tesoros escondidos

El Papa sugiere además a los párrocos que descubran, animen y valoricen «con sentido de fe los carismas, humildes y exaltados, que de muchas formas se conceden a los laicos». Y apunta: «Así haréis brotar tantos tesoros escondidos y os encontraréis menos solos en la gran tarea de evangelizar, experimentando la alegría de una paternidad auténtica que no prevalece, sino que hace brotar en los demás, hombres y mujeres, tantas preciosas potencialidades».

Por último, Francisco invita a practicar el método de la «conversación en el Espíritu», que ha ayudado mucho en el itinerario sinodal. «El discernimiento es un elemento clave de la acción pastoral de una Iglesia sinodal» porque realizado en el ámbito pastoral ilumina «la concreción de la vida eclesial», reconociendo los carismas, confiando «con sabiduría tareas y ministerios», planificando «a la luz del Espíritu los caminos pastorales, yendo más allá de la simple programación de actividades», afirma. En conclusión, Francisco exhorta a los párrocos a mirar hacia la segunda sesión de la XVI Asamblea General del Sínodo, que tendrá lugar el próximo mes de octubre, para convertirse en misioneros de la sinodalidad también en su ministerio cotidiano.