El Papa pide a los cardenales huir de la tentación de sentirse «a la altura»

El Papa Francisco pidió este martes a los cardenales que huyan de la tentación de sentirse «a la altura» en la homilía de la Misa con la que concluyó este consistorio inédito en el que se creó a nuevos 20 purpurados tras la que se celebró una reunión con casi 200 miembros del colegio cardenalicio llegados hasta Roma.

A los cardenales les pidió que conserven siempre ese «estupor» de haber conocido la fe. «Hermanos, este estupor es una vía de salvación. Que Dios lo conserve siempre vivo en nosotros, porque eso nos libera de la tentación de sentirnos a la altura, de sentirnos eminencias, de alimentar la falsa seguridad de que la situación actual es en realidad distinta a la de aquellos comienzos, y de que hoy la Iglesia es grande, es sólida», subrayó el Pontífice.

A los cardenales también les recordó que «un ministro de la Iglesia es alguien que sabe maravillarse ante el designio de Dios y con este espíritu ama apasionadamente a la Iglesia, pronto para servir en su misión dónde y cómo quiera el Espíritu Santo».

Unidad con el Papa

Con esta Eucaristía concluyó los dos días de reuniones que mantuvieron con el Papa los nuevos cardenales y el resto del colegio cardenalicio para reflexionar sobre la constitución apostólica Praedicate Evangelium, que renueva y reordena la Curia vaticana, todo el aparato administrativo de la Santa Sede, y que es la gran reforma de Francisco en estos nueve años de pontificado.

«El trabajo en grupos lingüísticos y las discusiones en el aula dieron paso a discutir libremente muchos aspectos relacionados con el documento y la vida de la Iglesia, mientras que la última sesión de esta tarde estuvo dedicada al Jubileo de la Esperanza 2025», fue el escueto comunicado de la reunión por parte del Vaticano.

La nueva constitución, que cambia totalmente el organigrama de la Curia romana, entró en vigor el 5 de junio y sustituye a la Pastor Bonus, promulgada por Juan Pablo II en 1988, y da una dirección «más misionera» y abre a la puerta a una mayor presencia de laicos y mujeres.