El Papa pide a la COP dejar de «proteger los ingresos propios»
La secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina ha llevado a Dubái la voz de las comunidades del continente para que no se usen algunas propuestas como «un salvoconducto» para seguir contaminando
La cumbre del clima de Dubái arrancó con optimismo. Una de las cuestiones clave, el fondo para pérdidas y daños causados por el cambio climático, recibía el primer día un espaldarazo con el compromiso de diversos países de aportar 386 millones de euros. Pasados los discursos de los líderes mundiales, en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático llegó la hora de los actos paralelos y de las negociaciones.
También de las polémicas, como la desatada por el controvertido presidente de la COP28 —y director ejecutivo de la petrolera nacional de Abu Dabi—, Ahmed al Jaber, que días antes pronunció palabras escépticas sobre la eliminación de combustibles fósiles. En la inauguración el secretario general de la ONU, António Guterres, insistió en esta descarbonización completa; al igual que el Papa Francisco, en la distancia debido a su afección pulmonar. En su discurso, leído el sábado 2 de diciembre por el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, pidió una vez más medidas «eficientes, obligatorias y que se puedan monitorear fácilmente» a favor de abandonar la energía fósil y para promover la eficiencia energética, las renovables y la educación. Alertó asimismo frente a «posturas rígidas que tienden a proteger los ingresos propios».
Tanto en esa intervención como en la que envió para la inauguración del Pabellón de las Religiones, el domingo 3, subrayó además el papel que deben jugar las religiones, entre otras cosas combatiendo el «delirio de omnipotencia voraz que está devastando el planeta». Con todo, «lo que más llamó la atención es que pusiera en relación la crisis ecológica con la paz», relata a Alfa y Omega Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, que participó en los primeros días de la cumbre. «Es un modo indirecto de decir que esto es una guerra», aunque las muertes sean lentas en vez de violentas.
Cuda intervino en varios actos paralelos sobre el papel de las religiones en la lucha contra el cambio climático y sobre innovación, ya que «en esta nueva visión ecológica todos podemos aportar para innovar; también desde la fe». Además tuvo ocasión de «escuchar y aprender» para poder valorar dos propuestas muy debatidas y que pueden tener impacto en Iberoamérica: la posibilidad de que empresas y Estados compren créditos de carbono para compensar sus emisiones de CO2 con proyectos que las absorban en terceros países y el canje de deuda externa a países en desarrollo si destinan ese dinero a acciones a favor del clima. Confiesa que ve «muchas aristas», como el riesgo de que se convierta en «un salvoconducto para seguir con prácticas contaminantes». O las dudas sobre si «ese dinero realmente se destina a cuidar la biodiversidad; y, más importante, si se cuida al ser humano». Por eso, quiso aportar «la voz desde los territorios» de Iberoamérica y reivindicar el papel «de sus comunidades para controlar que esos canjes sean sostenibles y tengan en el centro a la persona».
- 1992. Junio: La Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro) adopta la Convención Marco sobre Cambio Climático.
- 1995. Abril: Primera Conferencia de Partes (COP), en Berlín. En 1997 se aprueba el Protocolo de Kioto.
- 2015. Diciembre: La COP21 aprueba el Acuerdo de París para limitar el aumento de temperatura global a 2 ºC.
- 2019. Diciembre: Madrid acoge la COP25, que como tantas otras concluye sin avances significativos.
- 2022. Noviembre: La COP27 (Egipto) evidencia que el 80 % de la energía aún proviene de combustibles fósiles.
- 2023. Noviembre: Arranca la COP28 en Dubái con aportaciones para daños y el reto de la descarbonización.