El Papa permite organizar peregrinaciones a Medjugorje mientras examina las apariciones
El Vaticano aclara que las visiones de la Virgen requieren aún un mayor estudio antes de ser dadas por auténticas
El Papa ha aceptado que la Iglesia organice los peregrinajes al santuario de Medjugorje, en el sur de Bosnia y Herzegovina, aunque aún no ha validado las supuestas apariciones marianas, aún en fase de examen.
El portavoz interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, ha avanzado este domingo en un comunicado que el Santo Padre permite las visitas al lugar, pero la Iglesia deberá siempre «evitar que sean interpretadas como una autentificación de las conocidas apariciones, que requieren aún un examen». En este sentido, los sacerdotes que pretendan acudir a Medjugorje para celebrar misa de modo solemne deberán evitar «crear confusión o ambigüedad en el aspecto doctrinal».
Gisotti hizo referencia al «notable flujo de personas» que acuden al santuario bosnio y «los abundantes frutos de gracia que produce», precisamente lo que pretende «favorecer y promover» la disposición del Santo Padre.
El enviado pontificio al lugar, el arzobispo polaco Henryk Hose, podrá así con más facilidad «establecer una relación con los curas encargados de organizar los peregrinajes» y tener a «personas seguras y bien preparadas» sobre el santuario.
Con el Niño en brazos
Medjugorje es meta para numerosos peregrinos que acuden a esta localidad después de que en 1981 seis jóvenes afirmaran que se les había aparecido la Virgen María con el Niño Jesús en brazos a las afueras del pueblo. Según ellos, desde ese momento la Virgen se les ha aparecido en más de 40.000 ocasiones.
El Vaticano aún no ha reconocido estas apariciones, vistas por los expertos con escepticismo, y actualmente estudia el caso, analizado por una comisión internacional designada en 2010 por el entonces papa Benedicto XVI.
«Jefa de telégrafos»
El Papa viajó en junio de 2015 a Bosnia y Herzegovina y a su regreso dijo que se tomaría una decisión sobre «el problema de Medjugorje». Y regresando de Fátima, en Portugal, en mayo de 2017, Francisco expresó sus dudas sobre la autenticidad de las apariciones: «Yo prefiero a la Virgen madre y no la madre que parece jefe de la oficina de telégrafos y va mandando mensajes todos los días», indicó.
Pese a que las supuestas apariciones nunca han sido reconocidas, el santuario se ha convertido en un próspero lugar turístico al sur de esta república balcánica al que acuden millones de personas para postrarse a los pies de la Virgen o pedir un milagro.