El Papa llama a «superar el escándalo de las divisiones» para hacer «creíble el Evangelio»
La reconciliación de los cristianos, ha dicho León XIV, «es hoy un llamamiento que surge de toda la humanidad afligida por los conflictos y la violencia»
El Papa León XIV y el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, han conmemorado juntos el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea. La celebración ha tenido lugar en Iznik cerca de las excavaciones arqueológicas de la antigua basílica de San Neófito, construida sobre el lugar donde se celebró el concilio. Allí el Pontífice ha rezado por la reconciliación de los cristianos, que «es hoy un llamamiento que surge de toda la humanidad, afligida por los conflictos y la violencia».
Un deseo de «plena comunión», ha añadido, que «va siempre acompañado de la búsqueda de la fraternidad entre todos los seres humanos», ha subrayado el Santo Padre al mismo tiempo que ha denunciado la «época dramática» en la que nos encontramos, «en la que las personas se ven sometidas a innumerables amenazas a su propia dignidad». En ocasiones por culpa de la religión. De hecho, el Papa ha pedido que «el uso de la religión para justificar la guerra y la violencia, como cualquier forma de fundamentalismo y fanatismo, debe ser rechazada con firmeza»
En este contexto, «todos estamos invitados a superar el escándalo de las divisiones» y así «alimentar el deseo de unidad por el que el Señor Jesús rezó y dio su vida», ha recordado el Papa. De hecho, «cuanto más reconciliados estemos, tanto más podremos los cristianos dar un testimonio creíble del Evangelio de Jesucristo, que es anuncio de esperanza para todos, mensaje de paz y de fraternidad universal que trasciende las fronteras de nuestras comunidades y naciones».

Líder carismático
Durante su alocución, el Pontífice ha reconocido que el 1.700 aniversario del primer Concilio de Nicea «es una valiosa ocasión para preguntarnos quién es Jesucristo en la vida de las mujeres y los hombres de hoy, quién es para cada uno de nosotros».
Es una pregunta que interpela incluso a los cristianos, ha dicho León XIV, porque estos «corren el riesgo de reducir a Jesucristo a una especie de líder carismático o superhombre, una tergiversación que al final conduce a la tristeza y la confusión».
¡Hoy en #Nicea se ha vivido un momento único!
— Eva Fernández (@evaenlaradio) November 28, 2025
Líderes católicos, ortodoxos y de otras confesiones cristianas han rezado todos juntos el mismo CREDO.
Las ruinas de la antigua basílica han sido testigos del deseo de recomenzar juntos para dialogar ante un mundo en guerra.#Turquia pic.twitter.com/2ImFetORWX
Alerta contra el arrianismo
Sería una versión moderna del arrianismo, que el Papa ya ha denunciado al menos en dos ocasiones durante su viaje a Turquía. «Al negar la divinidad de Cristo, Arrio lo redujo a un simple intermediario entre Dios y los seres humanos, ignorando la realidad de la Encarnación, de modo que lo divino y lo humano quedaron irremediablemente separados». Pero si Dios no se hizo hombre, «¿cómo pueden los mortales participar de su vida inmortal? Esto estaba en juego en Nicea y está en juego hoy», ha advertido.
Como antídoto, y de especial importancia para el «camino de los cristianos hacia la plena comunión», el Santo Padre ha recordado que «Dios, en Jesucristo, se hizo como nosotros para hacernos llegar a participar de la naturaleza divina». Esta confesión de fe cristológica, ha concluido León XIV, es compartida por todas las Iglesias y comunidades cristianas del mundo, «incluidas aquellas que, por diversas razones no utilizan el credo nicenoconstantinopolitano en sus liturgias».

Por ello, «partiendo de la conciencia de que ya estamos unidos por este profundo vínculo, a través de un camino de adhesión cada vez más total a la Palabra de Dios revelada en Jesucristo y bajo la guía del Espíritu Santo, en el amor recíproco y en el diálogo, todos estamos llamados —ha reiterado— a superar el escándalo de las divisiones».