El Papa lava los pies a doce jóvenes reclusos en el día del amor fraterno
Ha regresado a la cárcel de menores de Casal del Marmo donde también celebró el Jueves Santo en el año 2013, su primera Pascua como Pontífice
En el Jueves Santo, día del amor fraterno, el Papa ha regresado a Casal del Marmo, el centro de menores de Roma donde ya celebrara la Misa de la Cena del Señor en 2013, en su primera Semana Santa como Pontífice.
Ya recuperado de la bronquitis que le llevó a ser ingresado en el Gemelli hace unos días, Francisco ha lavado los pies a 12 jóvenes, entre ellos dos mujeres, repitiendo el mismo gesto de Cristo durante la Última cena.
Así ha comenzado su breve homilía sin papeles, explicando a los jóvenes que el gesto de lavar los pies de los invitados era la tarea propia de los esclavos de la casa. «Jesús sorprende a los discípulos cumpliendo un gesto de esclavo para hacerles entender el mensaje del día después, que moriría como esclavo para pagar nuestras deudas», les ha dicho Francisco.
A continuación, les ha recomendado que escuchen a Jesús porque así la vida sería más hermosa, «porque nos ayudaríamos los unos a los otros». El Pontífice ha asegurado que ayudarse es hermoso porque es un gesto humano, un gesto universal «que nace de un corazón noble». «Jesús con esta celebración nos quiere enseñar la nobleza del corazón», ha indicado el Papa.
«Jesús nos quiere así»
Para concluir, les ha dicho que Jesús no se asusta de nuestras debilidades, nos conoce por dentro y «nos ama, así como somos y nos lava los pies a todos»: «Solo nos quiere acompañar, tomarnos de la mano para que la vida no nos sea tan dura».
Y antes del lavatorio, les ha explicado que ese gesto de lavar los pies «no es una cosa folclórica, pensemos que es un gesto que anuncia cómo tenemos que ser, uno con el otro».
«Cada uno de nosotros puede tener un tropiezo y esa conciencia, esta certeza, es lo que nos da la dignidad, escuchad la palabra, la dignidad de ser pecadores. Y Jesús nos quiere así y por esto ha querido lavar los pies y decir, “he venido para salvaros, para serviros”», ha añadido recordándoles que «el Señor nunca abandona, siempre está junto a vosotros».
Benedicto XVI y Juan Pablo II también visitaron este centro de menores, conocido por la Curia romana por el apostolado que desarrolló dentro de sus muros Agostino Casaroli, secretario de Estado Vaticano de Juan Pablo II. El cardenal artífice de la Ostpolitik de la Santa Sede, no faltaba un solo sábado a su cita con los jóvenes internos en este lugar. Incluso Juan XXIII, con quien también trabajó Casaroli, llegó a pedirle que no abandonara nunca esa tarea pastoral. El cardenal Jorge Mario Bergoglio también conocía desde hace tiempo esta historia del cardenal Casaroli en Casal del Marmo.