El Papa lamenta «la Navidad de dolor» que vivirá Tierra Santa - Alfa y Omega

El Papa lamenta «la Navidad de dolor» que vivirá Tierra Santa

Ha explicado que el pesebre no es algo folclórico, sino «la representación del misterio de Dios nacido de María»

Ángeles Conde Mir
Francisco con los protagonistas del belén viviente de Santa María la Mayor
Francisco con los protagonistas del belén viviente de Santa María la Mayor. Foto: CNS Photo / Vatican Media.

El Papa ha recibido a los figurantes de un belén viviente que se representa en la basílica de Santa María la Mayor este sábado. Rememora aquel que san Francisco de Asís organizó hace 800 años en la localidad de Greccio. El Aula Pablo VI se ha llenado de pastores, artesanos y hasta animales, pero de peluche.

Francisco ha recordado que en la basílica de Santa María la Mayor se conserva una reliquia de la cuna de Jesús y, por tanto, este es un templo especialmente conectado con Belén y con la tradición del pesebre. En un discurso no muy largo, ha explicado el verdadero sentido de la escena de Belén «para no reducirla solo a un hecho folclórico». «Francisco quería representar en vivo el nacimiento de Jesús para suscitar en los frailes y en la gente una emoción, la ternura de cara al misterio de Dios nacido de María en un establo y colocado en un pesebre», ha indicado el Papa. San Francisco de Asís quiso que fuera un belén viviente, «no estatuas, sino personas de carne y hueso para que resaltase la realidad de la Encarnación». Así, «el objetivo del belén viviente es despertar en el corazón el estupor de cara al misterio de Dios hecho niño», ha puntualizado el Santo Padre.

El pensamiento del Papa también ha ido dirigido a «los hermanos y hermanas de la Belén de hoy» y a toda la Tierra Santa. Ha insistido en el sufrimiento que envuelve a la tierra de Jesús. Por eso, ha pedido que no dejemos solos a estos cristianos para «los que se preanuncia una Navidad de dolor, de luto, sin peregrinos y sin celebraciones». «Esta Navidad pensemos en Tierra Santa», ha pedido.

Por último, ha invitado a que el pesebre nos recuerde a todos cómo el sufrimiento de Belén es «una herida abierta para Oriente Medio y para el mundo entero».