El Papa lamenta el asesinato de cristianos congoleños: «Son mártires»
Un grupo afiliado al Dáesh perpetró la masacre en Kivu del Norte. En el ángelus, el Papa también ha invitado a seguir rezando por Ucrania, Tierra Santa, Sudán y Myanmar
En marzo de 2022, la Santa Sede anunciaba el viaje del Papa Francisco a Sudán del Sur y República Democrática del Congo previsto para julio de ese mismo año. El programa de la visita en Congo incluía dos paradas: Kinshasa y Goma, la capital de Kivu del Norte. Sin embargo, Francisco tuvo que suspender el viaje por sus problemas de rodilla y la visita se retrasó a febrero de 2023.
En el nuevo itinerario, el Vaticano suprimió la etapa en Goma por ser demasiado comprometida para la seguridad del Papa y, además, para no poner en riesgo a los fieles que pudieran asistir al encuentro con él. Francisco sí que pudo recibir en Kinshasa a varias víctimas de la guerra en esa parte del Congo, escuchar sus tremendos testimonios y ver sus manos amputadas.
La situación sigue siendo dramática en esa zona de África y prueba de ello son las matanzas de los últimos días perpetradas por el grupo de las Fuerzas Democráticas Aliadas, afiliado desde 2019 al Dáesh. Del martes 4 de junio al viernes 7, según Radio Okapi, emisora de la ONU, al menos 72 personas habrían perecido en estos ataques. L’Osservatore Romano informa de que en la localidad de Mayikengo los milicianos habrían acabado con la vida de al menos 42 personas.
Francisco se ha hecho eco de estas matanzas olvidadas tras el rezo del ángelus de este domingo y ha pedido, tanto a las autoridades nacionales como a la comunidad internacional, que hagan «lo posible para que cese la violencia y se proteja la vida de los civiles».
«Entre las víctimas, muchos son cristianos asesinados in odium fidei, son mártires. Su sacrificio es una semilla que germina y da fruto y nos enseña a testimoniar el Evangelio con valor y coherencia», ha añadido el Pontífice.
Tras la oración mariana, ha solicitado un domingo más que se persevere en la oración por «la martirizada Ucrania, Tierra Santa, Sudán, Myanmar y en cualquier lugar donde se sufra por la guerra».
La espera confiada
En su catequesis previa al rezo del ángelus, ha explicado que Dios planta en cada uno de nosotros una semilla buena y abundante y espera a que germine con paciencia. «Sigue cuidándonos, con la confianza de un Padre, pero nos da tiempo para que las semillas se abran, crezcan y se desarrollen hasta dar fruto de buenas obras», ha indicado el Papa.
Con este ejemplo, «el Señor nos enseña también a nosotros a sembrar con confianza el Evangelio allí donde estemos y después a esperar que la semilla plantada crezca y dé fruto en nosotros y en los demás».
El Papa ha animado a ejercitar «la espera confiada» en Dios porque, aunque no se vean frutos inmediatos, «el milagro está ya en marcha y a su debido tiempo dará frutos abundantes». Por ello, ha invitado a todos los fieles a sembrar la Palabra de Dios en sus ambientes, sin desánimo y con paciencia, sabiendo que los resultados nunca son inmediatos.