El Papa invita a anunciar a Cristo sin hacer proselitismo

El Papa Francisco ha presidido el rezo del Regina caeli acompañado de un nutrido grupo de fieles y peregrinos de todo el mundo. Este Lunes del Ángel es festivo en Italia y eso ha propiciado que muchas personas acudieran a la plaza de San Pedro. Francisco ha centrado su reflexión en la experiencia de las mujeres que corrieron al sepulcro del Señor hallándolo abierto.

«El sepulcro había sido sellado y se preguntan quién pudo quitar la piedra. Pero su voluntad de realizar aquel gesto de amor prevalece por encima de todo. No se desaniman, salen de sus miedos y de sus angustias. Este es el camino para encontrar al Resucitado», ha explicado el Pontífice.

Las mujeres se apresuraron para anunciar que el sepulcro estaba vacío y fue en ese momento cuando Jesús salió a su encuentro. Por ello, el Papa ha señalado que «cuando anunciamos al Señor, el Señor viene a nosotros». Así, lo que enseñan las mujeres que fueron al sepulcro es que «a Jesús se le encuentra dando testimonio de Él». Para que quedara más claro, el Santo Padre ha puesto un ejemplo. Lo ha comparado con dar la noticia de la llegada de un hijo. Tras el nacimiento de un bebé, los padres inmediatamente dan la noticia a todos sus seres queridos y, al contarlo, «hacemos que cobre aún más vida en nosotros». Por tanto, si esto ocurre con una buena noticia, Francisco ha indicado que «ocurre infinitamente más con Jesús, que no solo es una buena noticia, ni tampoco la mejor noticia de la vida, sino que es la vida misma, la resurrección y la vida».

Al hablar de Cristo sin proselitismo, ha puntualizado el Papa, «con respeto y amor, como el don más hermoso para compartir, como el secreto de la alegría, entonces Jesús habita aún más en nosotros». Porque el cristiano anuncia, «quien tiene otra intención hace proselitismo y esto no está bien», ha añadido.

Francisco también ha destacado que si no sentimos que hemos de anunciar a Cristo, quizá sea porque verdaderamente no lo hemos encontrado: «Cuando se encuentra a Jesús, ningún obstáculo puede impedirnos anunciarlo. En cambio, si nos guardamos para nosotros su alegría, tal vez sea porque todavía no lo hemos encontrado de verdad».

Paz para todo el mundo

Tras el rezo de la oración mariana, Francisco ha celebrado los 25 años de los Acuerdos de Viernes Santo que llevaron la paz a Irlanda del Norte después de décadas de violencia. El Papa ha deseado que se consoliden los efectos de ese acuerdo. Y también ha pedido de nuevo el don de la paz para todo el mundo, especialmente, para la «martirizada Ucrania». Por último, ha dado las gracias a todas las personas que durante su ingreso y recuperación han rezado por él y deseado su pronto restablecimiento: «Que Dios os recompense a todos y cada uno con sus dones».