El Papa interviene los Heraldos del Evangelio tras investigaciones sobre abusos de poder
En sus exorcismos hablan del poder del demonio sobre el Vaticano. Ahora serán supervisados por el cardenal brasileño Raymundo Damasceno Assis
Al término de una investigación que ha durado dos años, el Papa Francisco ha ordenado intervenir la asociación internacional Heraldos del Evangelio y sus ramas para sacerdotes y mujeres, que serán supervisadas por el cardenal brasileño Raymundo Damasceno Assis, arzobispo emérito del santuario de Aparecida, según informado el Vaticano.
El veterano cardenal será ayudado por el obispo auxiliar de Brasilia, José Aparecido Gonçalvez de Almeida, y la superiora general de las Hermanas de la Divina Providencia, Marian Ambrosio.
En conjunto, los Heraldos cuentan unos cuatro mil miembros y unos cuarenta mil cooperadores y amigos en un total de 78 países, incluidos 13 de Europa entre los que figuran España e Italia.
El grupo nació de la ruptura de la asociación anticomunista y tradicionalista Tradición, Familia, Propiedad (TFP) a la muerte de su fundador, el político brasileño Plinio Corrêa de Oliveira, en 1995. La rama «espiritual» se convirtió en una familia religiosa liderada por João Scognamiglio Clá Dias, secretario personal del político durante cuarenta años.
Hábitos medievales
El comienzo de la «visita apostólica» del Vaticano en el verano de 2017 forzó la dimisión del fundador de los Heraldos del Evangelio, monseñor João Scognamiglio Clá Dias. El sacerdote, entonces de 77 años de edad, pasó el testigo a uno de sus colaboradores, pero ha continuado orientando de hecho las tres entidades, conocidas por sus hábitos medievales con botas altas de montar, su línea fuertemente tradicionalista y las referencias a la Virgen de Fátima.
Aunque su modo de vestir recuerda las antiguas órdenes religiosas militares, con particular referencia a la cruz de Santiago, y las tres entidades dependen del departamento Vaticano de Vida Consagrada, los miembros no hacen votos. Son laicos, a excepción de los sacerdotes.
La familia espiritual está formada por la asociación internacional pública Heraldos del Evangelio, la sociedad de vida apostólica femenina Regina Virginum, y la sociedad de vida apostólica clerical Virgo Flos Carmeli.
«No es un castigo»
Evitando entrar en detalles, el departamento de Comunicación del Vaticano ha informado que «los motivos de la visita apostólica y de la actual decisión de nombrar un comisario para los Heraldos están relacionadas con carencias en el estilo de gobierno, la vida de los miembros del Consejo, la pastoral vocacional, la formación de las nuevas vocaciones, la administración y gestión de las entidades y la recaudación de recursos».
El Vaticano precisa que «como en casos análogos, la decisión de la Santa Sede no debe considerarse un castigo sino una iniciativa por el bien de la institución intervenida para intentar resolver los problemas existentes».
En todo caso, el texto apunta a abusos de poder y de conciencia, como ha sucedido en el Sodalicio de Vida Cristiana y, de modo mucho más grave, en la Legión de Cristo, otras dos entidades que el Vaticano ha tenido que intervenir para facilitar su vuelta a la normalidad.
Internados para niños
Los Heraldos del Evangelio tienen internados para niños y adolescentes a partir de los diez años y castillos en los que forman los jóvenes y las jóvenes consagradas que, según su página web «practican el celibato y se dedican íntegramente al apostolado viviendo en casas designadas específicamente para hombres o para mujeres que alternan vida de recogimiento, estudio y oración con actividades de evangelización en las diócesis y parroquias».
Aunque a lo largo de los años ha habido denuncias de miembros que dejaban la organización, el Vaticano fue retrasando el nombramiento de visitadores apostólicos hasta junio de 2017.
El poder del demonio sobre el Vaticano
El anuncio coincidió con la publicación de videos de reuniones de Scognamiglio con sacerdotes de los Heraldos en los que algunos relataban diálogos con el demonio durante exorcismos realizados invocando al fundador.
Entre las afirmaciones delirantes, a las que Scognamiglio asiente, figuran referencias al poder del demonio sobre el Vaticano y a que Plinio Correa, el político anticomunista fundador de Tradición, Familia Propiedad (TFP) está en el cielo «sentado en un trono a la derecha de la Virgen y tiene todo el poder. Doña Lucilia (su madre), está a su izquierda, un poco más abajo y colabora en todo lo que su hijo Plinio construye».
Juan Vicente Boo / ABC