El Papa Francisco y España
Nada más conocerse la noticia de la elección del cardenal Bergoglio como nuevo Pontífice, el Secretario General de la Conferencia Episcopal Española y obispo auxiliar de Madrid, monseñor Martínez Camino, señaló que el Santo Padre «tiene el perfil de un santo». Como todos los obispos españoles, lo conoce bien, por los Ejercicios espirituales que les predicó en enero de 2006
«Este Papa es un Papa muy cercano a nuestra patria, España»: así se manifestó monseñor Juan Antonio Martínez Camino tras conocerse que el nuevo Papa era el cardenal Bergoglio. «Es muy cercano a todos los obispos españoles, casi todos le conocen personalmente, porque en enero de 2006 le invitamos para que dirigiese los Ejercicios espirituales a los obispos», explicó, el Secretario General de la Conferencia Episcopal Española.
Y añadió: «Tiene el perfil de un santo. Creo que los obispos se quedaron con esa impresión. Cinco días seguidos con intervenciones por la mañana y por la tarde, y pudiendo hablar con él, es una ocasión muy buena para conocerse las personas: es el perfil de un santo».
Además, es un Papa que «nos conoce mucho, y ha estado en España muchas veces. Aparte de ello, estuvo como estudiante jesuita, haciendo la tercera probación en Alcalá de Henares, en el año 1970-71. Es un Papa muy cercano a nosotros». Como dijo Benedicto XVI en su visita a nuestro país en 2010, «España había sido determinante en la configuración del catolicismo moderno, y el nuevo Papa conoce muy bien estas raíces en los grandes santos españoles».
Además de que conoce perfectamente a san Ignacio de Loyola y sus Ejercicios, de la espiritualidad del nuevo Papa destacó una especial devoción «a santa Teresita de Lisieux y a san José; siempre comenzaba cada meditación con una oración a san José». Iniciará su pontificado el día de San José, Patrono de la Iglesia Universal.
En su primera aparición, «se ha presentado como es él, con esa sencillez que no va a abandonar». Para monseñor Camino, el principal reto que tiene ante sí el Papa es afrontar el mayor problema de la Iglesia: «Todos los problemas de la Iglesia vienen porque no somos santos. Todos absolutamente, y el más importante, es el problema de llegar a anunciar el Evangelio del amor de Dios a todos los hombres: amor de Dios, perdón, fraternidad. La Iglesia es santa, y lo puede hacer con su santidad objetiva, pero cuanto más santos seamos, mejor podremos hacerlo. Si el Papa es santo, va a potenciar la vida de la Iglesia en todos estos aspectos». De momento, ya ha empezado a hacerlo.