El Papa Francisco no se ha olvidado en el ángelus de este domingo, 15 de agosto, de la difícil situación que vive Afganistán ante la inminente salida de las tropas estadounidenses del país y la toma de los talibanes de decenas de ciudades, entre ellas la capital, Kabul.
«Me uno a la unánime preocupación por la situación en Afganistán», ha dicho, y ha pedido rezar para que «cese el fuego de las armas». Asimismo, ha rogado «al Dios de la paz» para que «las soluciones se puedan encontrar en la mesa del diálogo». «Solo así —ha asegurado—, la martirizada población de ese país podrá regresar a sus propias casas y vivir en paz y seguridad con pleno respeto mutuo».
También ha querido tener Francisco un recuerdo para los afectados por el terremoto de Haití, que ha provocado cientos de muertos y miles de heridos. «Quiero expresar mi cercanía con toda la población que sufrido el sismo», ha manifestado y ha pedido «que hacia ellos se mueva la solidaridad de la comunidad internacional». El Pontífice ha rezado además un avemaría por los damnificados.