El Papa se plantearía visitar Corea del Norte si llegase una invitación oficial. Así se lo aseguró al presidente surcoreano, Moon Jae-in, durante la reunión que ambos mantuvieron en el Vaticano.
Durante el encuentro, el presidente surcoreano transmitió verbalmente a Francisco, como había anunciado, una invitación de Kim Jong-un para que visite Corea del Norte. Por su parte, el Pontífice dijo que podría ir si llegase una invitación oficial.
La conversación, sobre la que no se ha pronunciado el Vaticano, habría sido revelada por el portavoz de Moon, Yoon Young-chan, durante una entrevista con la agencia oficial surcoreana Yonhap.
Según el portavoz presidencial, Moon le preguntó al Santo Padre si le podría decir al líder de Corea del Norte que enviase un delegado oficial para invitarlo, a lo que el Papa respondió que «la invitación verbal transmitida por el presidente Moon debería ser suficiente, pero una invitación oficial también sería de agradecer».
Si llegase la invitación y Francisco la aceptara, sería el primer Papa que visita Corea del Norte.
«Apoyo los esfuerzos de paz»
En la reunión, ambos mandatarios conversaron sobre el proceso de distensión entre las dos Coreas y Bergoglio manifestó su «apoyo» firme a «los esfuerzos del Gobierno de Corea del Sur» en el «proceso de paz en la península de Corea».
El Papa y Moon también pusieron de manifiesto las «buenas» relaciones bilaterales y «la contribución positiva que la Iglesia ofrece en el ámbito social, educativo y sanitario» del país asiático.
Antes de comenzar la reunión, el presidente surcoreano había agradecido al Papa la Misa por la paz de ayer en la basílica de San Pedro, oficiada por el secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin.
Misa por la paz
Durante la Misa del miércoles, Parolin rezó «para que en la península coreana, tras tantos años de tensiones y divisiones, pueda finalmente resonar completamente la palabra paz», instó en la basílica de San Pedro ante Moon.
Parolin sostuvo que «solo quien ha experimentado el misterio incomprensible de la aparente ausencia de Dios ante los sufrimientos, la imposición del odio, puede comprender profundamente qué significa escuchar de nuevo la palabra paz».
En este sentido explicó que «la paz se construye con las acciones de cada día, con un compromiso serio al servicio de la justicia y de la solidaridad y con la promoción de los derechos y de la dignidad de las personas, especialmente los más débiles».
Tras la Misa, el mandatario surcoreano ha tenido la oportunidad de dirigirse a los presentes y ha pedido a la comunidad internacional que siga apoyando los esfuerzos para lograr la paz con Corea del Norte.
Efe / Redacción