El Papa escucha «las dolorosas historias» de los indígenas de Canadá
Francisco ha recibido este lunes por separado a dos de los grupos que visitan esta semana el Vaticano tras los abusos sistemáticos que sufrieron en el pasado
Verdad, justicia, sanación y reconciliación. Estas palabras fueron las que han marcado los encuentros que el Papa Francisco ha mantenido esta mañana con dos grupos indígenas de Canadá: Métis e Inuit. Fueron las dos primeras reuniones de las tres programadas –la que falta se producirá este jueves– en el marco de la visita de una delegación canadiense al Vaticano tras el descubrimiento del abuso sistemático al que fueron sometidos muchos indígenas cuando eran niños en instituciones financiadas por el Gobierno y gestionadas por organizaciones cristianas.
El encuentro, según la Oficina de Prensa de la Santa Sede, se caracterizó «por el deseo del Papa de escuchar y dar cabida a las dolorosas historias que traían los supervivientes».
El descubrimiento a finales de mayo de 2021 de una fosa común con más de 200 seres humanos y otros posteriores propiciaron la petición de perdón por parte de la Iglesia canadiense y el inicio de un proceso de reconciliación que se culmina esta semana. Además de los encuentros privados, este viernes, 1 de abril, el Papa recibirá en audiencia en la Sala Clementina a todas las delegaciones y a la Conferencia Episcopal Canadiense. Es posible que de ahí salga un viaje apostólico de Francisco, anunciado pero no confirmado.
Tras la reunión, la presidenta de los Métis, Cassidy Caron, ha leído una declaración delante de la basílica vaticana en la que ha puesto de manifiesto que han sido muchas las personas que fallecieron «sin que su verdad sea escuchada ni su dolor reconocido». Ha añadido que «el reconocimiento, la disculpa, llega con mucho retraso, pero nunca es tarde para hacer lo correcto».
Según la narración de esta joven, el Papa se sentó, escuchó y asintió cuando los supervivientes contaron sus historias. «Percibí dolor en sus reacciones cuando se mencionaban a los niños. Los supervivientes hicieron un trabajo increíble. Fueron tan valientes», ha añadido.
Con todo, Caron ha reconocido que ahora esperan que la Iglesia y el Papa traduzcan las palabras escuchadas en «acciones reales» y ha destacado que cuando invitaron al Papa a unirse a ellos, él respondió con las palabras verdad, justicia, sanación y reconciliación. «Lo tomamos como un compromiso personal», ha subrayado.
En la plaza de San Pedro, según detalla Salvatore Cernuzio en Vatican News, estaba también Angie Crear, de 85 años, que pasó diez años en uno de los internados donde se cometieron atrocidades. Compartió la historia que había contado al Papa, del que dijo que era «la persona más dulce y amable» que había conocido. «Estaba a su lado, tuvieron que apartarme (risas). Fue maravilloso. Estaba muy nerviosa, pero después me habló. Aunque no entendiera todo lo que decía, su sonrisa, sus reacciones, su lenguaje corporal me hicieron sentir que ese hombre era un amigo», ha concluido.