El Papa dona kits sanitarios de COVID-19 a Gaza - Alfa y Omega

El Papa dona kits sanitarios de COVID-19 a Gaza

Hasta ahora son 1.284 los casos de COVID-19 en estos territorios, pero el bajo porcentaje de personas positivas podría ser un indicio de la falta de pruebas realizadas

Redacción
Foto: Cáritas Jerusalén.

El Papa ha donado 2.500 pruebas de COVID-19 al Ministerio de Salud de Gaza, a través de la Congregación para las Iglesias Orientales. La entrega de los kits fue coordinada por la Delegación Apostólica, por el Patriarcado Latino de Jerusalén y Cáritas Jerusalén, y tuvo lugar el 17 de junio, tal y como lo dio a conocer el propio Patriarcado.

Los diferentes rostros de la caridad del Papa

Los kits fueron entregados por Cáritas Jerusalén y el Padre Gabriel Romanelli, párroco latino de la Sagrada Familia en Gaza. La donación forma parte de las iniciativas promovidas por el Fondo de Emergencia, impulsado por el Papa Francisco, para ayudar a los países más afectados por la propagación del coronavirus.

Entre ellos, Siria recibió diez ventiladores, otros tres fueron donados al Hospital de San José en Jerusalén, mientras que los equipos de prueba COVID-19 fueron enviados al Hospital de la Sagrada Familia en Belén.

La donación del Papa forma parte de las muchas caricias con las que Francisco se hace presente y cercano: fondos que son oxígeno para las zonas en dificultad, respiradores, suministros médicos, botiquines que viajan de una parte a otra del mundo desde Ecuador a Rumania, desde Brasil a España, a Nápoles y Lecce. Pero también llamadas telefónicas que llegan a los obispos, comunidades, médicos, enfermeras que experimentan sufrimientos y dificultades, tanto en las salas de los hospitales como en las curias o asociaciones de voluntarios en primera línea. Para cada uno, una palabra o un gesto y mucha gratitud.

En Gaza hacen falta pruebas y camas clínicas

Con la propagación del virus en Gaza, donde viven dos millones de personas, las autoridades sanitarias locales se han quejado de la escasez de pruebas diagnósticas y también han solicitado 100 ventiladores y 140 camas para la unidad de cuidados intensivos.

Según el Ministerio de Salud de Palestina, se han registrado 72 casos de COVID-19 en Gaza (15 siguen activos) de un total de 1.284 casos en los territorios palestinos (hasta el 23 de junio). El bajo porcentaje de personas que dan positivo podría ser un indicio de la falta de pruebas.

Cáritas Jerusalén y el Ministerio de Salud de Gaza, según informa el Patriarcado Latino, «han preparado un plan de emergencia que prevé, entre otras cosas, la prestación de servicios médicos en el centro de Cáritas, la activación de tres equipos médicos móviles para prestar un servicio domiciliario las 24 horas del día para el tratamiento de los pacientes que no son afectados por el COVID-19». Al igual que en Israel, en las dos últimas semanas se han registrado nuevos picos de infección en la Ribera Occidental: el más alto en Hebrón con 551 casos, seguido de Naplusa con 32.

Foto: Cáritas Jerusalen

«Además del COVID-19, la situación económica es muy grave en Gaza»

Para el padre Gabriel Romanelli, párroco latino de la Sagrada Familia en Gaza, en los territorios «hay una emergencia de coronavirus, pero también está vinculada a muchas otras situaciones». Por ejemplo, cita el sacerdote, «el bloqueo de la frontera hacia Israel o Egipto o el cierre de muchos negocios, como restaurantes. Tanta gente ha perdido sus trabajos, que se quedan sin sueldos. Los maestros de nuestras escuelas no han sido despedidos, pero el Patriarcado ha tenido dificultades para pagar los salarios».

El cierre de Gaza pesa más que nunca en este momento, explica el párroco, pero las pocas entradas también han permitido contener el contagio por la propagación de la pandemia. «Todos los casos que hemos tenido –explica el padre Gabriel– se refieren a personas que vinieron de fuera y que fueron puestas inmediatamente en cuarentena». Asimismo, los kits enviados por el Papa Francisco, añade, «nos ayudarán a hacer diagnósticos más precisos; y, en cuanto los recibimos, los llevamos al laboratorio del Ministerio de Salud. En toda Gaza solo hay una máquina que puede hacer el análisis».

Abu Dabi dona, la Iglesia reparte

A pesar de los avances en la mayoría de países europeos, la pandemia de coronavirus sigue creciendo de forma descontrolada en la mayor parte del mundo. El martes se batieron los récords de casos nuevos en un día: 183.000. Estados Unidos, con dos millones y medio de contagiados, sigue a la cabeza de este triste ranking, seguido de Brasil (casi 1,2 millones), Rusia (614.000), la India (474.000) y Reino Unido (307.000). España (294.000) y Perú (265.000) son los siguientes.

Precisamente hacia este último país parte este jueves un envío de ayuda humanitaria en el que participa la Iglesia católica. Pero no sola. El donativo procede del jeque Mohamed bin Zayed, príncipe de Abu Dabi, en respuesta a la llamada del Papa de ayudar a los pueblos más pobres del mundo a hacer frente a esta emergencia sanitaria. Para su distribución, ha contado con la colaboración de la fundación pontificia Gravissimum Educationis, activa dentro de la Congregación para la Educación Católica.

Hospitales, colegios y familias

Las 50 toneladas de mascarillas, guantes, suministros médicos y alimentos que aterrizarán en Lima tienen como destino final la ciudad de Iquitos. Esta localidad de 400.000 habitantes, situada en la Amazonía y a la que solo se puede llegar por avión o barco, es una de las más golpeadas por el coronavirus en el país.

En un contexto en el que muchas poblaciones del mundo se enfrentan a la vez a la pandemia y a la pobreza, agravada por el confinamiento, «su prioridad es sobrevivir. Por eso debemos primero cubrir las exigencias básicas de alimento y atención sanitaria, y luego las educativas», ha explicado a Vatican Newsmonseñor Guy-Réal Thivierte, secretario general de la fundación pontificia. Por ello, la Iglesia local se hará cargo de distribuir los suministros entre centros sanitarios y educativos. También se entregará ayuda a familias de la zona.

Vatican News / Redacción