El Papa destaca la tarea educativa de la Vida Consagrada

«La Vida Consagrada ha estado siempre a la vanguardia de la tarea educativa». Se lo dice el Papa al prepósito general de los Escolapios con motivo del seminario online sobre el Pacto Educativo Global organizado por la Unión de Superiores Generales y la Unión Internacional de Superioras Generales.

Ejemplo de ello, asegura Francisco, es el fundador de los escolapios, san José de Calasanz, «que levantó la primera escuela de niños, pero también los religiosos que lo educaron en Estadilla y mucho antes los monasterios medievales que preservaron y difundieron la cultura clásica».

Atendiendo a estos orígenes, y al hecho de que los distintos carismas han sabido adaptarse a los desafíos de cada tiempo, la Iglesia llama hoy a la Vida Consagrada «a renovar ese propósito desde la propia identidad, y les agradezca que hayan tomado este testigo con tanto empeño y entusiasmo», subraya.

Tres líneas de acción

En la misiva, el Pontífice también propone al superior de los Escolapios tres líneas de acción concreta –centrarse, acoger e implicar–, en las que sintetiza los siete compromisos esenciales del pacto educativo global que se está promoviendo.

El Santo Padre habla de centrarse en lo importante, «que es poner la persona en el centro». Poner en valor a los seres humanos, «hace de la educación un medio para que nuestros niños y jóvenes puedan crecer y madurar, adquiriendo las capacidades y los recursos necesarios para construir juntos un futuro de justicia y de paz», señala.

En segundo lugar, se refiere a la acogida. «Esta supone ponerse a la escucha del otro, de los destinatarios de nuestro servicio, los niños y los jóvenes», lo que evitará —según el Papa— que «se cierren en su propia autorreferencialidad y hará que se abran al grito que brota de todo hombre y de la creación».

Por último, Francisco habla de implicar y pode «que todos se comprometan activamente en esta labor educativa, cada uno desde su especificidad y responsabilidad».

Evento online

El evento se celebrará del 12 al 14 de noviembre y se centrará en el desafío de la reconstrucción del pacto educativo global. A pesar de haber sido invitado al evento, Francisco no confirma su participación en la carta, pero asegura acompañar «con mis oraciones los esfuerzos de todos los Institutos representados en este evento, y de todos los consagrados y laicos que trabajan en el ámbito de la educación, pidiendo al Señor que, como siempre ha hecho, también en este momento histórico la Vida Consagrada sea una parte esencial del pacto educativo global».