El Papa despide al fallecido cardenal Monsengwo, un «gran hombre espiritual» - Alfa y Omega

El Papa despide al fallecido cardenal Monsengwo, un «gran hombre espiritual»

El arzobispo emérito de Kinshasha (R. D. del Congo) y exasesor del Papa para la reforma de la Curia falleció el domingo en París

María Martínez López
El Papa Francisco junto con el cardenal Monsengwo, durante el Sínodo extraordinario sobre la Familia de 2014. Foto: CNS

El Papa Francisco ha recordado este martes al recientemente fallecido cardenal Laurent Monsengwo Pasinya, arzobispo emérito de Kinshasa y colaborador suyo, como un «gran hombre espiritual» y un «pastor intensamente entregado al servicio de la Iglesia». El cardenal, de 81 años, falleció el domingo en París, donde había sido trasladado de forma urgente cinco días antes por la gravedad de la enfermedad que padecía.

Fue un «colaborador fiel y cercano en los últimos años», al haber formado parte entre 2013 y 2018 del Consejo de Cardenales para la reforma de la Curia. En ese período, el Santo Padre subraya cómo el prelado congoleño «no dejó de aportar su contribución a la vida de la Iglesia universal».

Pero a Monsengwo se le recuerda sobre todo por el protagonismo que ha tenido durante décadas en la vida de su propio país, encarnando «la misión profética de la Iglesia». Fue «una figura grande y respetada en la vida eclesial, social y política», siempre comprometido «con el diálogo y la reconciliación de su pueblo» y buscando «el desarrollo humano integral», desglosa el Santo Padre en un telegrama particularmente largo.

Papel en la transición democrática

Por ejemplo, jugó un papel clave en los intentos de transición a la democracia en los últimos años de la dictadura de Mobutu Sese Seko (1971-1997), cuando el país se llamaba Zaire. En 1992 fue elegido presidente de la Conferencia Nacional Soberana, formada por más de 2.000 representantes de distintos partidos. Dos años después, abandonó su liderazgo al fusionarse esta con el Gobierno paralelo creado por Mobutu y formar el Gran Consejo de la República – Parlamento de Transición. Finalmente, el cambio político en el país solo se produjo por medio de dos guerras, entre 1996 y 2002, en las que se involucraron países de toda África.

Más recientemente, Monsengwo se mostró muy crítico con el presidente Joseph Kabila. En 2018, al criticar la represión de una manifestación promovida por grupos católicos, afirmó que «es hora de que la verdad prevalezca sobre la mentira» y de que «reine la paz y la justicia» en el país. Desde 2016, la Iglesia había intentado mediar en el conflicto entre el Gobierno y la oposición por la convocatoria de unas elecciones que debían haber tenido lugar ese año, y que los obispos reclamaban insistentemente.

Finalmente los comicios se celebraron el 30 de diciembre de 2018. La Iglesia los monitorizó y sus datos apuntaban a la victoria de Martin Fayulu, aunque finalmente se aceptó que accediera al poder Félix Tshisekedi, que, sin ser el candidato de Kabila, era preferido por este frente a Fayulu.

Biblista entusiasmado por la inculturación

A lo largo de su vida, ha afirmado a Vatican News su sucesor en Kinshasa, el también cardenal Fridolin Ambongo Besungu, Monsengwo compaginó «esta lucha por un mundo más justo, más fraterno», con el trabajo «por la recuperación de sus hermanos a través de una evangelización integral». En su telegrama, Francisco recuerda asimismo su compromiso con la «inculturación de la fe», y su labor como «exégeta» y «hombre de ciencia». Fue el primer africano en doctorarse en Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma.

Nacido en 1939, ordenado sacerdote en 1963, luego obispo en febrero de 1980 por el Papa Juan Pablo II, el cardenal ha ocupado diversos cargos, en particular los de obispo auxiliar de Inongo, obispo auxiliar de Kisangani, arzobispo de Kisangani y arzobispo de Kinshasa. También fue presidente de SECAM, el simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar. Entre 1997 y 2003 presidió el Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar. En 2010 fue creado cardenal por Benedicto XVI.