«Os consagramos, Señora, Madre de la Iglesia, el ministerio del nuevo Papa: llenad su corazón de la ternura de Dios; dadle el don del discernimiento, el coraje para no dudar en seguir los caminos sugeridos por el Espíritu Santo; amparadle en las horas duras del sufrimiento»: son algunas de las palabras que el cardenal José Policarpo, Patriarca de Lisboa, pronunció durante la lectura del texto de consagración del pontificado del Papa Francisco a la Virgen de Fátima, al concluir la celebración de la Santa Misa del 13 de mayo, en el santuario de Fátima y en el 96 aniversario de la aparición de la Virgen a los pastorcitos en la cueva de Iría. Desde los primeros días de su pontificado, que comenzó a los pies de la imagen de la Virgen en Santa María la Mayor, de Roma, el Papa Francisco expresó su deseo de consagrar su pontificado a la Madre de Dios cumpliendo así una de las reiteradas peticiones de la Virgen en sus apariciones.