El Papa clama por la paz para Sudán
En el Regina caeli también ha pedido oraciones por su visita a Hungría, «un viaje al centro de Europa, sobre el que siguen soplando los gélidos vientos de la guerra»
Este domingo, 30.000 fieles han sido testigos en la plaza de San Pedro de la preocupación del Papa por Sudán: «Por desgracia, sigue siendo grave la situación en Sudán. Por eso, renuevo mi llamamiento para que cese cuanto antes la violencia y se retome el camino del diálogo. Invito a todos a rezar por nuestros hermanos y hermanas sudaneses».
Hace poco más de dos meses, Francisco pisaba Sudán del Sur, país escindido de su vecino del norte en 2011. Conoce las vicisitudes de un pueblo que durante décadas solo ha vivido la guerra. En 1955 comenzó la primera guerra civil tras la independencia de Inglaterra. Terminó en 1972. En 1983 empezó la segunda, que acabó en 2005, cuando empezó a perfilarse la independencia de Sudán del Sur culminada en 2011. Solo dos años después comenzó la guerra civil en este nuevo país, un conflicto que sigue cerrándose. Francisco pudo comprobar en persona las heridas físicas y espirituales que arrastran varias generaciones como consecuencia de la violencia.
Vientos gélidos de guerra
Este domingo el Santo Padre también se ha referido a su próximo viaje apostólico, el número 41 que, del 28 al 30 de abril, le llevará de nuevo a Hungría donde ya estuvo en septiembre de 2021. Francisco ha pedido oraciones para que la visita se desarrolle con total normalidad. «Será también un viaje al centro de Europa, sobre el que siguen soplando los gélidos vientos de la guerra, mientras los movimientos de tantas personas sitúan en la agenda cuestiones humanitarias urgentes. Pero ahora deseo dirigirme a vosotros con afecto, hermanos y hermanas húngaros, esperando para visitaros como peregrino, amigo y hermano de todos», ha dicho el Papa que a continuación, como cada domingo, ha recordado al pueblo ucraniano.
Hungría ha acogido a cientos de miles de refugiados ucranianos, pero su Gobierno se ha opuesto a las sanciones europeas a Putin y a la entrega de armas para el Ejército ucraniano. El sábado 29 de abril, en la parroquia de Santa Isabel de Hungría, Francisco se reunirá con algunos refugiados ucranianos acogidos en la comunidad grecocatólica de Budapest. Entre sus saludos dominicales, también celebró la beatificación de los mártires de la Comuna de París asesinados en 1871.
Mirar las cosas con los ojos de Cristo
Antes de la oración mariana, Francisco ha hecho una propuesta con el fin de releer nuestra vida a la luz de Cristo. A partir del relato evangélico del encuentro del Señor con los discípulos de Emaús, el Papa ha invitado a dejarse acompañar por el Señor en el camino de la vida, en sus altos y bajos.
«Consiste en dedicar tiempo, todas las noches, a hacer un breve examen de conciencia. ¿Qué ha pasado hoy dentro de mí? Esa es la pregunta. Se trata de releer el día con Jesús, releer mi día, de abrirle mi corazón, de llevarle las personas, las elecciones, los miedos, las caídas y las esperanzas, todo lo que ha pasado… de aprender poco a poco a mirar las cosas con otros ojos, con sus ojos y no solo con los nuestros», ha explicado.