El Papa aprueba la beatificación de doce mártires redentoristas de Madrid

El Papa aprueba la beatificación de doce mártires redentoristas de Madrid

Francisco ha decretado también la canonización equipolente de una terciaria dominica ciega del siglo XIV y ha reconocido las virtudes heroicas de la española Amparo Portilla Crespo

María Martínez López
Uno de los mártires redentoristas
Renuncio Toribio el día de su primera Misa. Foto: Testigos de la Redención

El Papa Francisco ha reconocido este sábado como mártires al sacerdote Vicente Nicasio Renuncio Toribio y once compañeros de la Congregación del Santísimo Redentor en Madrid. Fueron asesinados durante la Guerra Civil española.

Además de Renuncio Toribio, los mártires que serán beatificados son Crescencio Severo Ortiz Blanco, Ángel Martínez Miquélez y Bernardo Sáiz Gutiérrez, Niceto Pérez del Palomar Quincoces y Gregorio Zugasti Fernández de Esquide, Aniceto Lizasoain Liizaso, José María Urruchi Ortiz, José Joaquín Erviti, Donato Jiménez Bibiano, Antonio Girón González y Rafael Perea Pinedo. Todos ellos pertenecían a dos comunidades redentoristas: la del Santuario del Perpetuo Socorro y la de San Miguel Arcángel, anexa a la iglesia de la Nunciatura Apostólica y fueron asesinados en Madrid en 1936

Vicente Nicasio Renuncio Toribio nació el 11 de septiembre de 1876 en Villayuda y fue ordenado sacerdote el 23 de marzo de 1901, después de haber desempeñado el servicio pastoral en varias comunidades redentoristas españolas.Cuando comenzó la persecución, se refugió en casa de familias amigas, pero fue detenido el 17 de septiembre de 1936 y trasladado a la comisaría del distrito de Chamberí, de donde pasó a la Dirección General de Seguridad y, finalmente, a la Cárcel Modelo de Madrid, donde fue asesinado el 7 de noviembre de 1936.

Ciega, abandonada y santa

Tras recibir al prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cardenal Marcello Semeraro, Francisco ha extendido a toda la Iglesia, sin necesidad de un segundo milagro, el culto a la beata Margarita de Castello. Se aplica así la canonización llamada equipolente a esta terciaria dominica del siglo XIV. Después de nacer ciega, con 6 años sus padres la llevaron a la ciudad de Castello, con la esperanza de obtener una curación en el santuario de la Virgen. Al no producirse, abandonaron a la pequeña, de la que se hicieron cargo los habitantes de la ciudad.

Además, informa EFE, el Santo Padre ha aprobado también el decreto que reconoce las virtudes heroicas de Amparo Portilla Crespo. Nacida en Valencia en 1925, esta laica y madre de once hijos se integró con su marido en la Obra Apostólica Familiar y llegaron a formar parte de su equipo directivo. En 1966 esta realidad eclesial se fusionó con otras para formar el Movimiento Familiar Cristiano. Portilla Crespo también intervino en varios programas de televisión sobre la familia y la educación cristiana de los hijos.

En 1994, le diagnostican cáncer de pulmón. Desde el principio ofreció la enfermedad por sus hijos. A los diez días de extraerle el pulmón derecho tuvo que someterse a cirugía de nuevo por una complicación. Durante más de año y medio, le tuvieron que realizar curas diarias a través de una abertura en el costado derecho. Murió en 1996.

Ayuda de Argentina a Europa

Otro de los nuevos venerables es el laico y padre de familiar Enrique Ernesto Shaw. Nació en París en 1921. Como empresario, promovió e impulsó el crecimiento humano de sus trabajadores. Y, bajo el impulso del episcopado argentino, organizó junto con otros empresarios la ayuda a Europa en la posguerra.

En 1952, fundó la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa y promovió la Unión Internacional de Asociaciones Patronales Católicas y el Movimiento Empresarial Mundial Cristiano, además de participar en el primer Consejo de Administración de la Pontificia Universidad Católica Argentina.

El Pontífice ha reconocido también las virtudes heroicas de Anfrosina Berardi, una niña italiana fallecida en 1933 a los 12 años tras sufrir desde los 10 fuertes dolores por las complicación de una operación de apendicitis. Cobró más fama aún por haber tenido frecuentes experiencias místicas. Asimismo, a partir de ahora son venerables el cardenal Pietro Marcellino Corradini (1658-1743) y Emmanuele Stablum, de los Hijos de la Inmaculada Concepción (1895-1950).