El Papa aprueba el martirio de 127 cordobeses durante la Guerra Civil
Una tercera parte son laicos, entre los que hay un notario, un comerciante, una farmacéutica y varios agricultores
El Papa Francisco ha reconocido este martes el martirio de 127 cordobeses de entre 15 y 86 años, asesinados «por odio a la fe» en España entre 1936 y 1939.
De los 127, una tercera parte son laicos (39), entre los que hay un notario, un comerciante de libros y objetos religiosos, una farmacéutica y varios agricultores; también dos matrimonios y una familia de madre y dos hijas. Junto a ellos serán beatificados cuando las circunstancias lo permitan 79 sacerdotes, cinco seminaristas y cuatro religiosos.
La mayoría pertenecían a la Adoración Nocturna o a la Acción Católica, y todos murieron perdonando. Como dijo hace poco el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, «una legión innumerable» de «testigos fehacientes» del Evangelio.
El más joven, Antonio Gaitán Perabad, fue martirizado en El Carpio, su pueblo natal, cuando le faltaban seis días para cumplir 16 años; mientras la más anciana fue la religiosa hija del Patrocinio de María, María del Consuelo González Rodríguez, martirizada en Baena, a los 86 años.
«Todos ellos murieron perdonando a sus verdugos y fueron muchos a los que se les ofreció la libertad a cambio de apostatar de su fe, resistiendo los halagos de quienes les juzgaban», manifestó durante la apertura de la fase diocesana de la causa, en 2010, el entonces obispo de Córdoba y hoy arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo.
Siervo de Dios Andrés Manjón
Por otra parte, el Pontífice también ha aceptado el decreto por el que se reconocen las virtudes heroicas del siervo de Dios Andrés Majón y Manjón, sacerdote, pedagogo y fundador de las Escuelas del Ave María, un proyecto revolucionario a nivel pedagógico que comenzó en las cuevas en el Sacro Monte en Granada.