El Papa alaba las medidas propuestas por los obispos de Chile para abordar los abusos sexuales
En una carta al presidente de la Conferencia Episcopal Chilena, Francisco subraya sobre todo «el ejemplo de comunidad episcopal unida»
El Papa Francisco, que no ahorró dureza en sus palabras y gestos hacia los obispos chilenos por la crisis de abusos sexuales por parte de sacerdotes, se ha mostrado ahora «impresionado» por la respuesta del episcopado. Así lo reconoce en una carta del 5 de agosto, enviada a monseñor Santiago Silva Retamales, presidente de la Conferencia Episcopal Chilena.
La carta es una respuesta a la declaración, decisiones y compromisos aprobados por los obispos el 3 de agosto, al término de su 116ª Asamblea Plenaria Extraordinaria. Unas conclusiones que, en opinión del Santo Padre, son «realistas y concretas». Por ello, se siente «seguro» de que «ayudarán decididamente a todo este proceso».
Sin embargo, Francisco reconoce que «lo que más me tocó es el ejemplo de comunidad episcopal unida en el pastoreo del santo pueblo fiel de Dios. Gracias por este ejemplo edificante… porque “edifica” la Iglesia». El Papa pide «que el Señor les retribuya abundantemente este esfuerzo comunitario y pastoral», y se compromete a seguir acompañando al episcopado chileno en este momento delicado.
Monseñor Silva ha subrayado el gran valor que la carta del Pontífice tiene para ellos. «Su palabra nos conforta hoy y nos reanima a continuar en este camino de corrección, de sanación y reparación, de reencuentro con nuestra misión de Iglesia pueblo de Dios y con nuestra mirada fija en el Señor».
Colaboración, transparencia y escucha
Entre las decisiones tomadas por los obispos en su 116ª Asamblea Plenaria, está crear un departamento de Prevención de Abusos, con capacidad para recibir denuncias; colaborar con el Ministerio Público para entregar los antecedentes sobre abusos sexuales, y dar a conocer públicamente tanto «toda investigación previa» sobre esta cuestión realizada en sus jurisdicciones, como los nombres de clérigos con sentencias civiles y canónicas definitivas.
Los obispos también se comprometían a estar más disponibles para encontrarse personalmente y poner equipos de escucha a disposición de todas las víctimas de abusos sexuales que quieran. Y proponían «buscar criterios comunes en los procesos de reparación hacia las víctimas de abuso» y promover «la formación permanente en prevención». En abril de 2019, se dará a conocer un protocolo de buen trato y un código de comportamiento para los sacerdotes.
Este proceso de reforma irá transcurriendo en paralelo a las decisiones que vaya tomando el Papa sobre si aceptar o no las renuncias de todos los obispos, que presentaron en bloque en mayo. De momento, ya ha aceptado cinco, tanto de obispos implicados en el encubrimiento de abusos como de otros ajenos al escándalo pero que habían superado la edad de 75 años.