El Papa advierte a los embajadores de «las amenazas que se ciernen sobre nuestro planeta»

El Papa recibió esta mañana a un grupo de embajadores, a los que pidió que su actividad diplomática favoreciera la «cultura del encuentro» y los invitó «a trabajar diariamente para la construcción de un mundo cada vez más justo, fraternal y unido».

La crisis, subrayó Francisco en este sentido, «nos ha hecho comprender» que «estamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente».

Este empeño es más necesario que nunca, aseguró Francisco, «para superar las diferencias y divisiones que tan a menudo obstaculizan la realización de los altos ideales y objetivos propuestos por la comunidad internacional».

El Pontífice, que se encontró con los embajadores para recibir sus cartas credenciales, incidió en la urgencia de esta tarea para «hacer frente a las graves amenazas que se ciernen sobre nuestro planeta e hipotecan el futuro de las generaciones más jóvenes».

En este sentido, señaló las «urgentes necesidades humanitarias debidas a los conflictos, la violencia y el terrorismo en diferentes partes del mundo»; las crisis económicas, que «están causando hambre y migraciones masivas»; el cambio climático, que «aumenta el riesgo de desastres naturales, hambrunas y sequías»; o la pandemia, que «está agravando las desigualdades ya presentes en nuestras sociedades».

El Santo Padre concluyó su breve discurso asegurando a los diplomáticos –provenientes de Jordania, Kazajstán, Zambia, Mauritania, Uzbekistán, Madagascar, Estonia, Ruanda, Dinamarca e India–«la constante disponibilidad de las diversas oficinas de la Curia Romana para ayudaron en el cumplimiento de vuestras responsabilidades».