Francisco a los jóvenes: «No renunciéis a los sueños grandes» - Alfa y Omega

Francisco a los jóvenes: «No renunciéis a los sueños grandes»

«No estamos hechos para soñar con las vacaciones o el fin de semana, sino para realizar los sueños de Dios en este mundo»

Redacción
Foto: Vatican News

En una sencilla ceremonia el Papa Francisco presidió este domingo la entrega de la cruz de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) a un grupo de jóvenes de Lisboa, quienes la recibieron de sus compañeros de Panamá. Tuvo lugar al término de la Misa en la festividad de Cristo Rey.

En su mensaje a los jóvenes, Francisco expresó su deseo de «revalorizar la celebración de la JMJ en las iglesias locales», y anunció el traslado de la celebración anual diocesana, que pasa del Domingo de Ramos a la fiesta de Jesucristo Rey del Universo, conclusión del año litúrgico y antesala del tiempo de Adviento.

No renunciéis a «los sueños grandes», dijo el Papa a los jóvenes. «El Señor no quiere que recortemos los horizontes, no nos quiere aparcados al margen de la vida, sino en movimiento hacia metas altas, con alegría y audacia». «No estamos hechos para soñar con las vacaciones o el fin de semana, sino para realizar los sueños de Dios en este mundo», añadió. Y recordó que «Él nos ha hecho capaces de soñar para abrazar la belleza de la vida. Y las obras de misericordia son las obras más bellas de la vida».

«La vida», aseguró, «es el tiempo de las decisiones firmes, fundamentales, eternas. Elecciones banales conducen a una vida banal; elecciones grandes hacen grande la vida». «Nos convertimos en lo que elegimos, para bien y para mal. Si elegimos robar, nos volvemos ladrones; si elegimos pensar en nosotros mismos, nos volvemos egoístas, si elegimos odiar, nos volvemos furibundos, si elegimos pasar horas delante del móvil, nos volvemos dependientes».

En cambio, «si optamos por Dios nos volvemos cada día más amados, y si elegimos amar nos volvemos felices». Y aquí citó un pasaje de Alessandro Manzoni en la novela Los novios: «Se debería pensar más en hacer el bien que en estar bien; y así se acabaría estando mejor».

Finalmente, recordó la conversión de san Martín de Tours: «“Yo estoy ahí”, le dijo Jesús a un joven soldado hace algunos siglos. Tenía 18 años y todavía no estaba bautizado. Un día vio a un pobre que pedía ayuda a la gente, pero no la recibía porque todos pasaban de largo». Y aquel joven «comprendió que, si los demás no tenían compasión, era porque el pobre le estaba reservado a él». Pero no tenía nada consigo, solo su capa militar. «Entonces la rasgó por la mitad y dio una mitad al pobre, sufriendo las burlas de algunos a su alrededor. La noche siguiente tuvo un sueño: vio a Jesús vestido con el trozo de la capa con que había cubierto al pobre. Y lo escuchó decir: “Martín, me has cubierto con este vestido”».

El Señor «pasará revista a su rebaño»

En su alocución previa al ángelus este domingo, Francisco recordó que «el sentido de la historia se comprende teniendo ante nuestros ojos su culminación: el final es también el fin». Y esto es precisamente lo que hace Mateo en el Evangelio, «colocando el discurso de Jesús sobre el juicio universal en el epílogo de su vida terrenal: Él, a quien los hombres están a punto de condenar, es en realidad el juez supremo. En su muerte y resurrección, Jesús se mostrará como el Señor de la historia, el Rey del universo, el Juez de todo. Pero la paradoja cristiana es que el Juez no reviste una realeza temible, sino que es un pastor lleno de mansedumbre y misericordia».

El Señor, en el fin del mundo, añadió, «pasará revista a su rebaño, y lo hará no sólo del lado del pastor, sino también del lado de las ovejas, con las que se ha identificado». «Y preguntará: “¿Has sido un poco pastor, como yo?”. Esta es la pregunta que el Evangelio pone en nuestros corazones». «Esa vez que tuve problemas, ¿fuiste capaz de perder algo de tiempo para cuidarme? ¿Conseguiste, con mi gracia, salir un poco de ti mismo para darte cuenta de mí, que estaba necesitado? ¿Se enterneció tu corazón ante mis heridas, ante mi soledad, ante mi desconsuelo?», concluyó.