Francisco a la Acción Católica: «La Iglesia necesita vuestro servicio generoso»
Ha recibido este jueves a una delegación francesa, a la que ha pedido que promueva «la acción de Dios en los corazones», adaptándose «a la realidad en constante evolución»
«Gracias por vuestro servicio generoso, que la Iglesia necesita más que nunca, en este momento en el que espero que todos encuentren o redescubran la alegría de conocer la amistad de Cristo y de anunciar el Evangelio». De este modo ha concluido el Papa Francisco el encuentro que ha mantenido este jueves con una delegación de la Acción Católica de Francia, de peregrinación en Roma.
Precisamente, el Pontífice les ha dicho que su tarea fundamental como movimiento es la promoción de «la acción de Dios en los corazones, adaptándose a la realidad en constante evolución». «Las personas a las que llegan no son las mismas que hace unos años. Quienes frecuentan los movimientos cristianos son más escépticos con las instituciones, buscan relaciones menos comprometidas y más efímeras. Son más sensibles a la afectividad, y por tanto más vulnerables, más frágiles que sus mayores, menos arraigados en la fe, pero igualmente en busca de sentido, de verdad, y no menos generosos. Es vuestra misión, como Acción Católica, acogerlos como son, para hacerlos crecer en el amor a Cristo y el prójimo», ha añadido.
Francisco, que ha seguido en su intervención las claves de la revisión de vida –ver, juzgar y actuar– propuestas por el padre Cardijn, ha animado a los miembros de este grupo a detenerse «a mirar los acontecimientos que componen nuestra vida, lo que constituye nuestra historia, nuestras raíces familiares y cristianas», y a aceptar que la propia vida «sea tamizada por la Palabra de Dios».
En este sentido, ha puesto como ejemplo su encíclica Fratelli tutti, en la que hace «un inventario de la situación del mundo» y luego escoge la parábola del Buen Samaritano «para cuestionar nuestra relación con el mundo, con los demás y, en particular, con los más pobres». Se trata, ha continuado, de descubrir «la llamada del Señor en el encuentro entre los acontecimientos del mundo y la Palabra de Dios».
Tras reconocer la experiencia sinodal que desde hace años viene poniendo en práctica la Acción Católica, se ha referido a la sinodalidad para afirmar que «no es una simple discusión […], ni siquiera la búsqueda del consenso de la mayoría, ni un plan». «No, es un estilo que adoptar en el que el primer protagonista es el Espíritu Santo que se expresa ante todo en la palabra de Dios, leída, meditada y compartida juntos».