El obispo emérito de Gante renuncia a ser cardenal

El obispo emérito de Gante, Luc Van Looy, ha renunciado a ser creado cardenal después de que el Papa Francisco lo incluyese entre los 21 prelados que va a elevar a esta condición el próximo mes de agosto. Fue el propio prelado el que se lo planteó al Pontífice, que aceptó.

Según reconoce la Conferencia Episcopal Belga en su página web, cuando era obispo de Gante (2004-2020), Van Looy no habría actuado con decisión en materia de abusos sexuales. Y, por tanto, para evitar que las víctimas se vuelvan a sentir heridas, prefiere dar un paso atrás. La elección había generado, reconocen los obispos belgas, numerosas reacciones positivas, pero también abundantes críticas.

El cardenal Josef De Kesel, arzobispo de Malinas-Bruselas y presidente de la Conferencia Episcopal, ha agradecido en nombre de todos los obispos la decisión de Van Looy y aprovecha la ocasión para reiterar su compromiso en la lucha contra toda forma de abuso en la Iglesia católica. «Los intereses de las víctimas y sus familias siempre son lo primero», recoge el comunicado.

Nacido en Tielen, provincia de Amberes, Van Looy es salesiano. Fue misionero en Corea donde llegó a ser provincial. En la congregación también ocupó cargos de relevancia como el de vicario general del rector mayor. Fue llamado al episcopado en diciembre de 2003 por Juan Pablo II y ordenado en 2004. Se convirtió en el trigésimo obispo de Gante. En el consistorio anunciado por Francisco el pasado mes de mayo, era uno de los cinco nuevos cardenales no electores.