El obispo de Mondoñedo pide «no votar el mal menor» sino «el bien de todos» - Alfa y Omega

El obispo de Mondoñedo pide «no votar el mal menor» sino «el bien de todos»

Fernando García Cadiñanos anima a superar «la mirada cortoplacista» ante las elecciones gallegas del próximo 18 de febrero, y pide a los creyentes tener en cuenta «los principios de la doctrina social de la Iglesia»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Una persona vota durante las últimas elecciones gallegas, en julio de 2020
Una persona vota durante las últimas elecciones gallegas, en julio de 2020. Foto: EFE / Salvador Sas..

«Para votar, se nos invita a alzar la mirada y dejar que sea la realidad la que prevalezca sobre la idea», ha afirmado este lunes el obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, en un comunicado sobre las elecciones al parlamento de Galicia del próximo 18 de febrero.

En el texto, García Cadiñanos pide «superar la perspectiva autorreferencial con que observamos lo que nos rodea», para lanzar después «una mirada al bien común», que es lo que «ha de orientar siempre el sentido del voto». En este sentido, demanda estar atento «a lo que nos circunda», especialmente «a los que están peor que nosotros y a lo que viven los pobres».

En un marco más general, reclama que esa mirada a la realidad permita «articular una sociedad donde las diferencias no sigan creciendo, sino que se reduzcan» y que se vertebre un territorio «que permita un desarrollo sostenible entre todas las partes que lo componen». Junto a ello, incide en la necesidad de «cuidar de la familia promoviendo políticas que ayuden en la defensa de la vida y de la conciliación de la vida familiar y laboral», así como promocionar «un trabajo digno», un acceso a la vivienda «para todos» y «una cultura, una economía y una política que respeten la dignidad de la persona».

Además de eso, la posibilidad de votar cada cuatro años supone «la oportunidad de controlar el poder y de valorar lo realizado», según el obispo gallego. De este modo, «es bueno que los servidores de la sociedad rindan cuentas a la ciudadanía de lo prometido y de lo que se ha construido con lo que es de todos». Solo así se supera «una mirada cortoplacista en la política no siempre es buena, porque se necesita, para muchos temas, una mirada a largo plazo que las elecciones impiden». En el proceso de discernimiento del voto, «los cristianos tenemos los principios de la doctrina social de la Iglesia», por lo que pide «no olvidarlos» ante las próximas elecciones.

En estos tiempos de «desencanto» especialmente «en el campo político», García Cadiñanos alerta sobre la «crisis de la misma democracia», pues «la política se ha alejado de los intereses de la gente». Sin embargo, «es necesaria si no queremos caer en manos de la demagogia, del populismo o del economicismo», añade, y aunque votar «es un derecho y un deber», el compromiso político va más allá y «se asienta en una participación activa y permanente» de los ciudadanos.

El obispo de Mondoñedo-Ferrol concluye aclarando que «el bien absoluto aplicado a las decisiones políticas no existe», pues «en el ámbito de lo terreno siempre nos movemos entre lo imperfecto». Por tanto, «no se trata de votar el mal menor», sino de hacerlo «buscando siempre el bien de todos y de la casa común, descubriendo qué programa permite con realismo la mejor realización posible de las extraordinarias potencialidades alojadas en los valores cristianos».