El nuncio en el Líbano visita el otro frente de la guerra en Tierra Santa

La Iglesia sigue haciéndose presente en la guerra en Oriente Medio. Y no solo en Gaza, donde la parroquia católica sigue ayudando a cientos de personas a pesar del peligro; o en Jerusalén, con los numerosos pronunciamientos de los líderes católicos. También en el Líbano. Su nuncio apostólico, Paolo Borgia, visitó el pasado miércoles tres pueblos fronterizos del sur del país. Se trata de Debel, Rmeich y Aïn Ebel, en la región de Bint Jbeil, informa Ici Beyrouth. El objetivo de la visita era conocer la situación que están viviendo sus habitantes y transmitirles la bendición del Papa Francisco.

Borgia estuvo acompañado por el presidente de la Fundación Maronita para la Diáspora y por el presidente de la asociación Solidaridad, Charles al Hajj. Fue recibido en Rmeich por el párroco, el padre Najib al Amil, además de por un nutrido grupo de sacerdotes, monjes y monjas. También estuvo presente el presidente del consejo municipal, Milad al Alam, así como otras personalidades de la región.

A continuación, la delegación católica inspeccionó el hospital de campaña de Rmeich. Allí entregó ayuda alimentaria a los residentes, que no han abandonado la zona a pesar de los bombardeos israelíes.

Desde el 8 de octubre, día siguiente a los ataques de Hamás contra Israel, la región fronteriza entre esta nación y el país de los cedros está marcada estos días por el intercambio de fuego entre el Ejército de Israel y distintas milicias, encabezadas por Hezbolá pero entre las que también se encuentran las Brigadas al Qasam, brazo armado de Hamás. Los enfrentamientos han continuado este jueves con el lanzamiento de proyectiles y misiles antitanque desde el Líbano. Los soldados israelíes han respondido disparando contra distintos objetivos, entre ellos algunos de Hezbolá.

Ataque a otro centro ortodoxo

Mientras tanto, continúan los bombardeos y la operación por tierra del Ejército israelí en Gaza. Y siguen afectando a las comunidades cristianas. El 31 de octubre, el Patriarcado de Jerusalén condenó el ataque que sufrió el Centro Cultural Ortodoxo del barrio de Tel Al Hawa. Este jueves, el Consejo Mundial de las Iglesias ha manifestado su solidaridad con esta Iglesia ortodoxa, que ya sufrió el derrumbe de uno de sus edificios el 19 de octubre. 18 personas murieron.

En su comunicado, el Patriarcado subrayaba que este ataque señala con fuerza la «injustificada determinación de Israel de destruir la infraestructura civil y los centros de servicios sociales, así como los refugios para los civiles atrapados en este enclave sitiado». Los centros sociales, culturales y deportivos «se han convertido en proveedores vitales de servicios humanitarios básicos» y refugios seguros para las personas afectadas por los bombardeos.

El comunicado de la Iglesia ortodoxa de Jerusalén señalaba también que Israel ha puesto en el punto de mira hasta ahora 19 lugares de culto. Estos ataques «no se pueden justificar con razones racionales o humanitarias» y son contrarios «a los valores morales más básicos».

El secretario general del Consejo Mundial de las Iglesias, Jerry Pillay, ha subrayado que «los ataques contra civiles y contra infraestructura civil son una violación clara del derecho internacional». «Estamos con el Patriarcado de Jerusalén y con tantos en todo el mundo que piden proteger los lugares de refugio y dejar de dañar y matar a inocentes».

También en las últimas horas ha circulado por las redes sociales un vídeo de la caída de un misil en las inmediaciones de la parroquia católica de la Sagrada Familia, en la Franja. Las religiosas del Instituto Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará, que tiene a dos hermanas en la parroquia, han informado a& Alfa y Omega de que el proyectil cayó «a unos 200 metros» del templo, que apenas ha sufrido daños. En el vídeo, grabado mientras los fieles rezaban, se ve cómo algunas personas se levantan alarmadas por el ruido, pero en seguida vuelven a sus plegarias.