El nuevo líder de los obispos - Alfa y Omega

El nuevo líder de los obispos

El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, fue elegido en 2020 presidente de la Conferencia Episcopal Española

Fran Otero

Fue el 3 de marzo, diez días antes del confinamiento, cuando el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, se convirtió en presidente de la Conferencia Episcopal. En aquella reunión, de la que salieron normas para el culto, se intuía ya que la COVID-19 iba a ser un problema, aunque no de tales dimensiones. Han sido nueve meses de trabajo a distancia, con contactos con el Gobierno a varios niveles y con una importante renovación episcopal.

Al otro lado del teléfono, a pocos días de finalizar el año, el cardenal Omella hace balance para Alfa y Omega. Sus primeras palabras son para aquellas personas que más han sufrido por la pandemia: «Cuántas familias han perdido a seres queridos; cuántas personas han acudido a los hospitales y lo han pasado mal; cuántas se han quedado sin trabajo. La COVID-19 ha provocado mucho dolor». «Los próximos meses tendremos que estar más cerca que nunca de las personas más frágiles y acompañarlas».

Esta cercanía, que el purpurado desea que se intensifique, ha estado muy presente durante la pandemia, a pesar de que haya gente que se pregunte dónde estaba la Iglesia.

—¿Y dónde estaba?

—La Iglesia siempre ha estado cerca de los necesitados. Con la pandemia se ha intensificado la presencia. No llega a todo, pero es un signo de compromiso.

El tono cambia cuando toca hablar de dos proyectos legislativos que han salido adelante y que la Iglesia censura. «Me parece bien que haya una ley de educación nueva, pero que esté consensuada y pactada con todos. Aquí no ha habido diálogo y eso es un fallo garrafal», contesta sobre la ley Celaá. Cuando habla de la eutanasia es todavía más contundente: «Es dolorosísimo que en un momento en el que tanta gente está sufriendo por los seres queridos que han muerto se potencie una ley así y se evite el diálogo. No toca». «Cuando hay cuidados paliativos, cuando se ahuyenta el dolor y está atendida y cuidada, la gente no se quiere morir».

La última pregunta pide buenas noticias para el nuevo año.

—¿Vendrá el Papa a España en 2021?

—Solo lo saben el Espíritu Santo y el Papa.