El Santo Niño de Atocha
En el mes de octubre celebramos en Madrid la fiesta de Nuestra Señora de Atocha, pero si conocida es la advocación de la Madre, en su santuario se encuentra también una imagen del Niño Jesús, famoso por sus milagros y venerado de forma especial no solo en España, sino también en Filipinas y países de América Latina, especialmente en México.
Cuenta la historia que durante la dominación árabe de Madrid, en el siglo XIII, los cristianos fueron encarcelados y se dio orden de que solo podían llevar comida y agua los niños menores de 12 años. Esto suponía que los presos que no tuvieran hijos de esa edad muriesen de hambre. Las mujeres de los presos, ante esta penalidad, invocaron a la Virgen de Atocha que tenían escondida para que abogara ante su Hijo y salvase a sus maridos.
Poco a poco los niños que llevaban la comida empezaron a contar que otro niño acudía a diario con un cesto de alimentos y se lo daba a los presos que no tenían hijos, y los guardias descubrieron que ni los alimentos ni el agua se agotaban.
Las mujeres acudieron a la imagen de Atocha para dar gracias y su sorpresa fue ver que la imagen del Niño que portaba la Virgen tenía los zapatos hechos jirones, desgastados de caminar. Se los cambiaron, pero al día siguiente volvían a estar igual, cayendo así en la cuenta de que el Niño salía por las noches a llevar los alimentos a la prisión.
El Niño se presentaba vestido de peregrino a Santiago, con una alcuza de agua y unas espigas en la mano izquierda y una canasta en la mano derecha, calzado con sandalias y sentado en un trono.
Venerado de forma especial en México, es considerado patrón de los mineros ya que, tras una explosión en las minas de plata de Fresnillo y quedar atrapados los trabajadores, las esposas acudieron a la iglesia de San Agustín a pedir por sus maridos a la Virgen de Atocha, que había sido llevada en réplica desde España. Al poco tiempo salieron ilesos de la mina, porque un Niño les había llevado agua y les había indicado el camino para salvarse. Cuando fueron a dar gracias a la Virgen se encontraron al Niño sucio y con los vestidos rotos de haber estado en la mina.
En el santuario de la Virgen de Atocha en Madrid nos espera la Madre. Ella hará que nos encontremos allí también con su Hijo, el santo Niño de Atocha.