El misionero español Mario León Dorado, nuevo prefecto apostólico del Sahara Occidental - Alfa y Omega

El misionero español Mario León Dorado, nuevo prefecto apostólico del Sahara Occidental

El 24 de junio, el Santo Padre nombró al religioso y misionero español Mario León Dorado, Oblato Misionero de la Inmaculada (OMI) de 39 años, como prefecto apostólico del Sahara Occidental -el antiguo Sahara español-. Hasta ahora, ejercía de administrador apostólico de la demarcación territorial. Ha contado su experiencia en El Espejo, de la Cadena Cope. «Estos son tus feligreses, todos musulmanes. Estar con ellos es lo que tienes que hacer», fue el mensaje de bienvenida que le dio hace 9 años un sacerdote

Cristina Sánchez Aguilar

José Luis Restán ha entrevistado en El Espejo de la Cadena COPE al joven religioso, de tan sólo 39 años de edad y nueve ya de servicio en la zona. Mario, quien reconoce haberse «quedado impactado durante su época de estudiante en una visita al Sahara», pidió específicamente ser destinado allí. «Me tocó mucho la experiencia de vivir tan cerca de la gente, siendo de una religión y una cultura tan diferentes», reconoce el religioso, cuyas dos parroquias -a 6 horas y media de distancia unas de otras- están situadas en dos ciudades de mayoría islámica.

En una población de cerca de ochocientos mil habitantes, musulmanes casi en su totalidad, «los cristianos somos extranjeros. Bien acogidos, y muchas veces queridos, pero no somos más de 600» reconoce. Para servirlos a ellos, que se alegran infinitamente cuando descubren una iglesia, en medio del desierto, y para estar cerca de los musulmanes, Mario trabaja cada día en la prefectura apostólica -que se diferencia de una diócesis en que es una iglesia local en desarrollo, sin sacerdotes ni vocaciones; de hecho, sólo trabajan dos sacerdotes allí-.

Desde 1954, son misioneros oblatos españoles quienes sirven esta prefectura apostólica. Los padres Félix Erviti (1954-1994) y Acacio Valbuena (1994-2009) antecedieron a Mario León Dorado en este servicio eclesial en medio del Islam. Precisamente el padre Acacio, quien tuteló a Mario cuando éste llegó al Sahara, «me subió a un alto y me enseñó nuestro barrio. Y me dijo: estos son tus feligreses, todos musulmanes. Estar con ellos es lo que tienes que hacer». Y lo hizo. Ahora «aunque somos diferentes, me siento acogido, soy uno más». Y aunque madre no hay más que una… «aquí tengo muchas madres, muchos hermanos…».

Concluye el nuevo prefecto apostólico del Sahara Occidental pidiendo a los españoles, sobre todo, oración, «sentir que lo que uno hace influye en otros». También colaboración económica, «porque aquí no hay ingresos. Lo que nos llega es de Obras Misionales Pontificias y de Ayuda a la Iglesia Necesitada. En el fondo, es solidaridad de los cristianos de allí».