El «milagro» de los cuatro niños perdidos en la selva colombiana
Se recuperan en un hospital militar de Bogotá. Los obispos dicen que su rescate «es un signo para que Colombia piense en la vida»
Cristin ha cumplido un año perdida en mitad de la selva del Guaviare, en Colombia. Y ha sobrevivido gracias a sus hermanos mayores, especialmente a la más mayor, Lesly de 13 años. Ella ha sido la que, durante 40 días, ha mantenido con vida al bebé, a Soleiny, de 9 años y a Tien Noriel, de solo 4. Los niños, indígenas uitoto, tenían nociones de supervivencia y conocían cómo relacionarse con un medio tan difícil como la selva. Esto habría sido fundamental para mantenerse con vida solos durante todos estos días porque Lesly sabía qué frutos comer y cuáles no.
El pasado 1 de mayo la avioneta en la que viajaban junto a su madre y otro familiar se estrelló en medio de la inmensidad de la selva amazónica entre el Guaviare y Caquetá, en la llamada selva de Solano. Los 3 adultos a bordo del aparato fallecieron. Sus cuerpos se hallaron dentro del avión, pero no así a los niños.
Ayudados por un perro de rescate
Un equipo de rescate compuesto por unos 130 militares, secundados por las poblaciones de la zona, ha peinado incansablemente cientos de kilómetros de la espesa amazonia colombiana del departamento del Guaviare para encontrar a los 4 niños. Lo hicieron ayudados por perros de rescate. En concreto se cree que uno de ellos, llamado Wilson, acompañó a los niños durante días. El animal sigue desaparecido, pero el ejército sigue buscándolo. Los militares grabaron mensajes de voz de la abuela de los niños en castellano y en idioma uitoto para que los escucharan y estuvieran tranquilos. A la misión de rescate se le llamó «Operación Esperanza».
Han pedido libros y juguetes
Durante días, los rescatadores fueron encontrando pequeños indicios que hacían pensar que los niños seguían con vida. Un biberón, pisadas o los envoltorios de la comida que les lanzaban desde el aire alimentaban las esperanzas del «milagro». Esta palabra es la que han usado los obispos colombianos para definir el rescate de los menores que han sobrevivido solos durante 40 días en la selva, entre jaguares, serpientes, insectos de todo tipo y 16 horas al día de lluvia. El arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Luis José Rueda Aparicio, en un mensaje, asegura que el rescate «es un signo para toda Colombia» y «un milagro de la vida, un motivo para agradecer al Señor por su misericordia y un momento para pensar en la vida».
Los 4 han sido trasladados a Bogotá y se recuperan en el hospital militar de la ciudad. Están desnutridos, tienen problemas cutáneos y muchas picaduras de insectos, pero ya están a salvo junto a su familia y hasta han pedido juguetes y libros para leer.